la desaparición de Carlos Colón y Cristian Guerrero, cartageneros que habían viajado a México pero de quienes hoy no se tiene rastro, ha encendido las alarmas en en el país sobre la creciente vulnerabilidad de los ciudadanos que buscan oportunidades laborales en el extranjero.
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Los dos hombres, padres de familia, desaparecieron el miércoles 23 de octubre en Villa de Reyes, estado de San Luis Potosí, México, y desde entonces no se tiene rastro de ellos.
Una desaparición inquietante
Es preocupante porque no hay información sobre el paradero de estos jóvenes. Hicimos contacto con Cancillería y solicitamos al Gobierno Nacional acciones contundentes
Carlos y Cristian, quienes laboraban desde enero de este año en una empresa multinacional, donde realizaban trabajos industriales en esa zona de México. Según sus familiares, ambos mantenían comunicación constante mediante llamadas y videollamadas. Sin embargo, ese miércoles en que desaparecieron, las familias notaron la interrupción de las comunicaciones.
"Ese día estuvieron en un mercado y una peluquería, y fueron vistos con dos hombres desconocidos", comentó Carmen Colón, hermana de uno de los jóvenes desaparecidos, quien también destacó que los jóvenes desaparecidos no conocían a nadie en esa población.
El celular de Carlos había presentado fallas días antes, y fue encontrado en la cama de su habitación tras la desaparición. Cristian, por su parte, tenía dos teléfonos: uno fue hallado en su residencia. Las autoridades no han logrado rastrear el otro celular.
Posible trata de personas en Polonia
Le pedí al ministro del Interior que este caso se traslade a la Fiscalía General de la Nación para que coordine con el procurador mexicano
El alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, reveló durante el lanzamiento de la 'Cumbre Internacional: Cartagena, de frente contra la trata de personas' que este caso es un ejemplo alarmante de la vulnerabilidad de los colombianos en el extranjero. Turbay informó que su administración ha recibido alertas sobre posibles casos similares en Polonia, lo que evidencia la dimensión global de este problema.
“Es preocupante porque no hay información sobre el paradero de estos jóvenes. Hicimos contacto con Cancillería y solicitamos al Gobierno Nacional acciones contundentes. Le pedí al ministro del Interior que este caso se traslade a la Fiscalía General de la Nación para que coordine con el procurador mexicano”, enfatizó el mandatario.
El hermetismo de las autoridades y la empresa
La familia de los desaparecidos denuncia una falta de información clara y un manejo reservado por parte de la empresa que los contrató. Según Shaida Cuesta, esposa de Cristian Guerrero, los investigadores no han logrado localizar los dispositivos móviles ni esclarecer lo sucedido.
Además, los familiares han recibido información no oficial sobre posibles secuestros perpetrados por bandas criminales, quienes retienen a extranjeros para interrogarlos. Aunque esta versión no ha sido confirmada por las autoridades mexicanas, los familiares ya presentaron denuncias y han difundido carteles de búsqueda en la región.
“Nos dicen que es frecuente que rapten colombianos, pero no tenemos ninguna confirmación oficial. Lo único que queremos es que nos ayuden a encontrarlos”, declaró Carmen Colón.
La lucha contra la trata de personas
La desaparición de Carlos y Cristian pone en evidencia la necesidad urgente de reforzar las estrategias de prevención y combate a la trata de personas. Durante la cumbre internacional que se llevará a cabo el 26 y 27 de noviembre en Cartagena, expertos nacionales e internacionales analizarán este fenómeno, sus causas y consecuencias, con el objetivo de diseñar soluciones efectivas.
Este evento será una oportunidad para visibilizar casos como el de estos dos cartageneros y generar conciencia sobre los riesgos que enfrentan miles de personas que emigran en busca de mejores oportunidades.
Un llamado urgente a la acción
Mientras tanto, las familias de Carlos Colón y Cristian Guerrero enfrentan la angustia de no saber qué ocurrió con sus seres queridos. Con tres hijos cada uno, los desaparecidos dejan atrás a sus familias en Cartagena, quienes claman por ayuda para resolver el caso y evitar que otras familias atraviesen una situación similar.
El llamado al Gobierno Nacional y las autoridades internacionales es claro: fortalecer la cooperación para proteger a los colombianos en el extranjero y garantizar que los responsables de delitos como este enfrenten la justicia.
La desaparición de estos dos cartageneros no solo es un golpe para sus familias, sino un recordatorio de la necesidad de tomar medidas más estrictas y efectivas para combatir la trata de personas y proteger los derechos de los trabajadores migrantes.
El miércoles 30 de octubre fueron rescatadas dos colombianas que habían sido secuestradas en México, gracias a la colaboración entre el Grupo de Policía Judicial de Migración Colombia, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) y las autoridades mexicanas. En el operativo participó la policía colombiana y la Oficina de Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Cartagena