Para muchos, cocinar la carne puede llegar a convertirse en una tarea no tan sencilla, ya que a algunos no les gusta ni tan cruda ni tan asada. Encontrar el término ideal cuando no es cocinero de profesión no es tarea fácil.
Cuando cocina la carne con el método adecuado, no solo se mejora la experiencia culinaria, sino que también la prepara de forma segura y saludable, evitando así contaminación con bacterias.
Para garantizar una alimentación segura y equilibrada debe tener en cuenta ciertas recomendaciones que son de gran beneficio tanto para la salud como para la calidad de los productos que va a consumir.
En una entrevista para un medio de comunicación, el catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Murcia y miembro de la Sociedad Española de Nutrición, Gaspar Ros Berruezo, dio algunos consejos sobre cómo debe ser el consumo de carne para evitar riesgos en el organismo.
“Un primer paso es leer siempre las etiquetas de los productos, ya que en ellas se detalla información importante sobre el origen, los ingredientes, y las condiciones de producción. Además, es esencial comprar en establecimientos de confianza que ofrezcan garantías de calidad y de seguridad alimentaria, asegurando que los productos han seguido las normativas vigentes en su proceso de elaboración”, comentó Ros.
La temperatura a la hora de la cocción es importante.
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Uno de los consejos que dio el experto y que no pasó por alto es que siempre se debe incorporar en la dieta alimentos saludables, incluyendo frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y proteínas de origen vegetal, que complementen una ingesta rica en nutrientes.
Otro punto importante es la cocción de estos alimentos, en especial la de la carne, ya que, cuando esta alcanza las temperaturas internas adecuadas, elimina posibles microorganismos patógenos, como la Salmonella o la bacteria E. coli.
Así debe cocinar la carne, según el nutricionista Gaspar Ros
El experto remarcó que cocinar correctamente la carne es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y preservar el sabor, la textura y la jugosidad de este alimento.
“Uno de los aspectos más importantes en este proceso es alcanzar la temperatura adecuada durante la cocción, ya que esto permite eliminar posibles microorganismos patógenos que puedan estar presentes en la carne cruda y que representan un riesgo para la salud”, aseguró Ros.
Estas recomendaciones pueden variar dependiendo del tipo de carne y del grado de cocción que se utilice, pero todas tienen como objetivo eliminar riesgos sanitarios y garantizar la calidad del alimento.
“La importancia de alcanzar la temperatura adecuada radica en varios aspectos clave. En primer lugar, permite la eliminación de patógenos peligrosos, como bacterias y parásitos, minimizando el riesgo de infecciones alimentarias”, aseguró.
Los niños y las mujeres embarazadas deben consumirla bien cocida.
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Además, explicó que la sobrecocción puede llegar a afectar la jugosidad y el sabor de la carne. Por eso, es importante que esta quede en un punto medio para aprovechar todas sus propiedades.
Algo que sí dejó claro es que las personas mayores, los individuos con sistemas inmunológicos debilitados, los niños y las mujeres embarazadas deben consumir la carne completamente cocida para evitar problemas en el organismo.
Para verificar que este alimento esté en su punto de cocción, puede utilizar un termómetro de cocina, el cual lo puede insertar en la parte más gruesa, para así medir la temperatura interna.
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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