Una década después, Juan Pablo Montoya se vuelve a poner el overol, las botas, los guantes y el casco para sentarse detrás del volante de un carro de Nascar. Con el Toyota n.º 50 sale hoy a la pista Watkins Glen International (2 p. m.) para, a sus 48 años de edad, tener una carrera especial en los play-offs de la Nascar Series Cup.
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“Va a ser divertido y estoy muy emocionado, me gusta la oportunidad y como no estoy corriendo full tiempo”, le dijo el corredor colombiano a este diario tras confirmarse la noticia.
Su teléfono sonó hace unos meses, era el presidente del equipo 23XI Racing, Steve Lauletta, quien lo contactó para que volviera a correr en la categoría en la que fue feliz. Le propusieron solo una carrera para conmemorar los 50 años de Mobil-1, ese primer patrocinador cuando estaba en Colombia que le permitió llegar a la Fórmula 1.
“Me preguntaron si me interesaba hacer la carrera de The Watkins Glen con Mobil, por los 50 años, me pareció chévere. Steve me explicó lo que buscaban y pensé que realmente tenía sentido”, indicó.
Montoya, al que siempre le gustaron los retos, aceptó estar en una carrera de Nascar tras 10 años desde su última salida a pista, en Indianápolis 2014, con el carro Ford del equipo Penske. “Me gusta la oportunidad, me pareció bastante divertido de hacer porque es solo una carrera, un fin de semana”.
Desde el momento que dijo sí se empezó a preparar para la carrera, intensificó los entrenamientos físicos en el gimnasio, se dedicó al trabajo de simulador y ultimó cada detalle con su equipo para que esta especie de homenaje por su trayectoria salga perfecto.
“He bajado de peso y me tengo que organizar porque la carrera es dura”, indicó ante el reto que enfrenta hoy en Nueva York.
Son muchos los cambios con los que se encuentra Montoya, la degradación de los neumáticos es diferente, el trayecto de la pista es otro, aunque todavía tiene frescos los recuerdos de su primera victoria en Nascar, pues fue allí, en Watkins Glen International, donde subió por primera vez a lo más alto del podio, en 2010, y tras 113 carreras intentándolo.
A cinco días de cumplir los 49 años, el piloto bogotano quiere volver a probar esas mieles de la victoria, para eso se ha preparado durante las últimas semanas, por lo que no tendrá problema en ser agresivo en pista.
“Ojalá las cosas salgan para nuestro lado. Voy a correr limpio porque no quiero problemas con nadie, pero si toca sacar la ‘gaminada’, se saca. Se siente uno como en la avenida Caracas y se acaba el problema”, afirmó antes de la carrera en una entrevista con el diario As y La W.
“Yo no llego a esta carrera a hacer carrocería con todo el mundo. Hay que ser inteligente y si uno tiene muy buena velocidad, hay que aprovecharla. Si no estuviera pensando en ganar, ¿por qué iba a hacerlo?”, agregó.
Hay un detalle que favorece al colombiano, el recorrido es muy distinto al ovalado, algo no menor porque sus mejores carreras en Nascar fueron sobre estos trazados, no le fue muy bien en los óvalos, algunas veces sufrió.
“Es una carrera de ruta, un circuito que es muy distinto a los óvalos. Ahí se desenvuelve mejor que en los óvalos, un circuito rutero es más tradicional a su estilo”, le dijo a este diario José Clopatofsky, director de la revista MOTOR.
Serán 90 vueltas, 220,5 millas, una parada para llenar el tanque de gasolina y una carrera para volver a tocar la gloria a pesar de que sus retos personales ahora son otros, no quiere correr una temporada completa, solo estas pruebas de un fin de semana para volver a sentir esa adrenalina por sus venas.
HAROLD YEPES
DEPORTES