Bobby Misner tiene 28 años y es el heredero de un patrimonio de millones de dólares, ya que su padre es Tom Misner, fundador de una prestigiosa escuela de música en Londres llamada SAE Institute, es por eso que este joven ha llevado siempre una vida de lujos.
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A él nunca le ha faltado nada y a pesar de eso aceptó el reto de un ‘reality’ de televisión llamado ‘Rich Kids go Homeless’ (Los ricos se quedan sin casa) y consiste en vivir en las calles de Londres durante tres días, vestido de habitante de la calle.
Esto ocurrió en el año 2019 cuando tenía 23 años y no dudó en aceptarlo, lo que él no se imaginó es que tendría que buscar alimento en los contenedores de basura para poder saciar su hambre.
Este programa buscó a Misner para que pasara tres días en las calles del Soho londinense, esta es una de las zonas más caras que tiene la ciudad de Londres. El experimento consistió en una banalización de la pobreza y este joven millonario no la tuvo nada fácil, ya que comentó que vivió emociones que ni siquiera sabía que existían.
Antes de salir a las calles y comenzar el reto, Bobby Misner aclaró que por su cabeza nunca hubiera sido habitante de la calle así no hubiera nacido en cuna de oro.
“Estoy seguro de que yo hubiera salido de la pobreza de alguna manera. Aunque sea gracias a la ayuda de alguna mujer bella”, dijo Misner.
Para él fue toda una sorpresa lo que vivió, pues experimentó el rechazó no solo de los hombres, sino también de las mujeres y eso era algo que nunca le había pasado, ya que se considera un hombre apuesto.
“He notado con mucha sorpresa que por lo general las chicas tienden a asustarse, algo que nunca me había pasado. Normalmente tengo buen trato y me desenvuelvo bien con las mujeres, por eso me resultó muy extraño que me trataran de esa manera tan deplorable. Fue muy violento”, relató al diario ‘The Daily Mail’, después de su experiencia.
Durante su primer día, este joven millonario tuvo que aguantar hambre y tuvo que buscar en botes de basura para poder encontrar algunas sobras y así poder alimentarse, además buscó en teléfonos públicos que ya nadie usa para ver si había monedas, pero no encontró y esa noche durmió en la intemperie en una cama que armó con cartones húmedos.
Misner entendió porque los habitantes de la calle se volcaban a las drogas y el alcohol y dijo lo siguiente: “Una batalla perdida de antemano. Simplemente no quieres vivir sobrio, porque la vida apesta”.
Al segundo día, él encontró un gorro y unos auriculares que vendió en una tienda de elementos electrónicos y con el dinero que recaudó intentó colocar un negocio en el que compró varios paquetes de papas fritas y los vendió, pero no tuvo la plata suficiente para pagar un lugar donde dormir.
En la noche intentó buscar un albergue, pero como no tenía documentos, ya que el canal los tenía, por no contar con una identificación le tocó volver a la calle y dormir en cartones.
Al tercer día conoció a una pareja, Demi y Aaron de tan solo 20 años, ellos le contaron que les tocó entregar a su bebé a servicio sociales, porque no tenían cómo mantener a su pequeño y ellos le enseñaron a ganar dinero.
Al rato llegaron los del programa y lo subieron en un carro y allí le preguntaron cómo le había parecido la experiencia.
“Nunca creí que fuera tan difícil salir a la calle. Me siento culpable por haber tenido tantos prejuicios, mi opinión ha cambiado por completo. A partir de ahora voy a sentir total gratitud por la vida que tengo”, concluyó.
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WENDYS PITRE ARIZA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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