Iron Maiden: 'la doncella' hizo temblar el Campín este domingo y anunció que regresará al país para celebrar 50 años de existencia

Bogotá recibió dos grandes recompensas el domingo en la noche de voz de Bruce Dickinson, vocalista de la legendaria banda de rock Iron Maiden tras su impactante presentación en el estadio Nemesio Camacho ‘El Campín’: la primera, haber sido sido llamada por el artista “la mejor jodida audiencia de todo el tour” y la segunda, anunciar que quiere incluir al país en el tour que celebrará los 50 años de existencia de la ‘doncella de hierro’ a partir de  2025.

Los dos anuncios sacudieron a los más de 40 mil espectadores que colmaron, tanto en graderías como en gramilla, el escenario capitalino desde muy temprano para ver el regreso de Maiden luego de 20 años de su más reciente presentación en el país, por allá en febrero de 2008.

Maiden hizo su aparición luego de que la banda caleña 'Kronos' ayudara a encender los ánimos de la audiencia durante una hora con algunos de sus temas más conocidos, entre ellos ‘Dame un abrazo’, ‘Quiero mas rock n roll’ y ‘Fuego en mis venas’, que alcanzaron a emocionar a los asistentes.

Y entonces, la ‘doncella’ apareció en escena a las 9 en punto de la noche con un estallido de fuego y humo sobre el escenario y las notas de ‘Caught Somewhere in Time’, un tema clásico de 1986 y que ha sido la celebrada apertura de su gira 'The Future Past World Tour’.

Y con esas primeras notas el público, que había llenado el ‘Nemesio’ desde temprano y que con paciencia hizo fila durante horas (e incluso días, pues muchos empezaron a aparecer en los alrededores del escenario desde el viernes), estalló e hizo temblar, literalmente, el estadio capitalino por primera vez en la noche.

Y no es exageración. Al menos en tres ocasiones diferentes (la más notoria durante la interpretación de ‘Fear of the dark’) los saltos de la gente en las tribunas y en la gramilla del estadio hicieron oscilar el Campín desde sus cimientos. Tanto así que el sacudón era notorio a través de las cámaras de las dos gigantescas pantallas laterales ubicadas para hacer seguimiento a los legendarios músicos británicos.

El riguroso setlist de la gira: de lo muy clásico a lo más novedoso

Tras la apertura del concierto, el setlist siguió el curso esperado y que ha marcado toda la gira desde que arrancó en mayo de 2023 en Europa: un equilibro entre cinco temas de su más reciente producción Senjutsu ( 2021), cinco temas clásicos de su sexto disco de estudio ‘Somewhere in time’ (1986) y algunos de los temas más reconocidos de la legendaria banda de heavy metal.

De ese mismo álbum del 86 fue el segundo tema de noche, ‘Stranger in a strange land’, cuyo inicio fue marcado por el ‘grito de batalla’ que la audiencia estaba esperando de Dickinson: “Scream for me, Bogotá!” dijo el vocalista, quien si bien en alguna parte del concierto dijo sentir sed y algo de rigor en su garganta, hizo gala de una voz impecable y de una energía que le permitió correr, saltar y alentar a la audiencia en toda la hora y cuarenta minutos que duró el espectáculo.

Pero además, la banda estuvo envuelta por un espectáculo en el que combinaron pantallas de alta resolución con gigantescos telones temáticos que cambiaban de acuerdo con el tema interpretado, como si se tratara de la tramoya de una obra teatral.

Y en medio de todo, el protagonismo del célebre ‘Eddie the head’, quien apareció en tres ocasiones diferentes: al inicio en ‘Strangers’, luego para protagonizar un épico combate a cañonazos con Bruce (en el que los estallidos y la pirotecnia emocionaron a los asistentes) mientras sonaba ‘Heaven can wait’ y luego, casi al final del concierto, gigantesco  y ataviado como guerrero samurai.

El setlist de esta gira ha estado prácticamente inamovible en todas las presentaciones de Maiden y en Colombia no fue la excepción. Del  álbum ‘Somewhere in time’, además de las tres ya mencionadas, interpretaron  ‘Alexander the great’ y’ Wasted years’, que marcó el cierre definitivo del concierto. Y de su disco 'Senjutsu' sonaron  ‘The writing on the wall’ (la tercera en el listado), ‘Days of the future past’, ‘The time machine', ‘Death of the celts’ y Hell on earth’.  

Esta playlist le ayudará, si asistió, a recordar las canciones interpretadas.

Esto sin dejar de lado algunos de sus temas más recordados, como' The trooper', 'Iron Maiden' y ‘Fear of the dark’, cuyos acordes levantaron a toda la asistencia, que la cantó a coro con el grupo sin parar de saltar y llenando de luces, tanto de linternas como de grabación de celulares, cada espacio del estadio.

“The best f´kin audience of all the tour”, gritó Dickinson en dos ocasiones y también dos veces anunció su regreso. La primera, tras terminar de interpretar la canción 'Iron Maiden,' con la que se despidieron por primera vez: “Regresaremos en un par de años”, dijo antes de desaparecer del escenario y esperar que la audiencia los convocara de nuevo para interpretar el ‘encore’ de esta gira, compuesto por ‘Hell on earth’, ‘The trooper’ y toda la potencia metalera de 'Wasted years'.

Y una vez más, tembló el estadio y la banda, esta vez sí, se despidió de la audiencia no sin antes reconfirmar sus planes de incluir a Colombia en la esperada celebración de los 50 años de la banda y  darle un buen espacio de tiempo al baterista Nicko McBrain de caminar por el escenario regalando baquetas a los afortunados asistentes de las primeras filas de gramilla en el estadio.

Al final, el público se fue no solo con la satisfacción de haber visto un show impecable, milimétricamente calculado pero con una potencia y espectacularidad en la que, como siempre, no son las luces ni el show de fuego los protagonistas, sino el poder de la banda.

Y es que más allá de la teatralidad, todas las alabanzas se las llevaron los miembros de Maiden. Son ellos el espectáculo en sí mismo, marcado por los solos del guitarrista líder Adrian Smith, complementados con los realizados por Dave Murray y Janick Gers; la fuerza en escena del histórico Steve Harris, la batería (y los regalos finales) de McBrain y, sobre todo, la voz sin tacha y la entrega en el escenario de Bruce Dickinson, un verdadero ‘renacentista’ que con cada salida a escena hace crecer su leyenda.