Con caras de gárgolas, colmillos afilados y una sed insaciable de sangre, los murciélagos vampiros son material de pesadilla. Y eso es antes de que empiecen a correr.
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A diferencia de la mayoría de los murciélagos, los vampiro son corredores capaces, utilizando sus alas plegadas para impulsarse. Esto les ayuda a acechar sigilosamente al ganado —y, en ocasiones, a humanos desprevenidos.
“Aterrizan a unos metros de distancia, se acercan silenciosamente a la pata de la vaca y hacen una pequeña incisión indolora sin que la vaca se dé cuenta”, dijo Kenneth Welch, biólogo en la Universidad de Toronto Scarborough, que estudia animales con dietas especializadas.
Estas actividades queman energía. Y la dieta basada en sangre de estos murciélagos es pobre en carbohidratos y grasas, de los que dependen la mayoría de los mamíferos para generar energía.
En un artículo este mes en la revista Biology Letters, Welch y una colega hallaron que los murciélagos vampiro generan energía rápidamente al quemar aminoácidos que forman proteínas.
Estos murciélagos son los únicos mamíferos que se alimentan exclusivamente de sangre. Pero este comportamiento se ve en otros animales, como las moscas tse-tse.
Para impulsar su vuelo entre comidas, estas moscas oxidan un aminoácido, la prolina, de la sangre que ingieren. Welch sospechaba que los murciélagos vampiro también podían descomponer los aminoácidos para obtener energía.
La investigación con docenas de murciélagos
Para probar su hipótesis, su colega Giulia Rossi, hoy investigadora postdoctoral en la Universidad McMaster, en Ontario, ayudó a recolectar dos docenas de murciélagos vampiro en Belice. Luego, el equipo los alimentó con sangre de vaca enriquecida con altas concentraciones de dos aminoácidos, glicina y leucina.
Después de que los murciélagos comieron, los colocaron en una caminadora en miniatura. Al ir aumentando la velocidad, los murciélagos primero caminaron, luego trotaron y finalmente corrieron mientras la cinta se movía a unos 30 metros por minuto. Mientras corrían, se recabaron muestras de su aliento para medir la ingesta de oxígeno y la expulsión de dióxido de carbono.
Al analizar el CO2 exhalado, los científicos descubrieron que la degradación tanto de la glicina como de la leucina era responsable de hasta el 60 por ciento de la producción total de energía de los murciélagos al correr. Esto ilustró que los murciélagos pueden convertir los aminoácidos en energía utilizable casi instantáneamente.
Por ello, han perdido la capacidad de almacenar otras fuentes de combustible, lo que los hace susceptibles a morir de hambre. Pasar varias noches sin comer puede ser fatal.
Pero cuando uno de estos murciélagos tiene el estómago lleno de sangre, a menudo regurgita su comida para ayudar a una pareja hambrienta, que a menudo le devuelve el favor en el futuro. Esto garantiza que los murciélagos vampiro se mantengan con energía para ir tras su próximo festín.