Recientemente, un intento de contrabando en la frontera entre México y Estados Unidos captó la atención de las autoridades y los medios de comunicación. El 13 de septiembre, oficiales de la Oficina de Operaciones de Campo de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) detuvieron un camión que, aparentemente, transportaba aguacates. Sin embargo, lo que parecía un cargamento rutinario, resultó ser un sofisticado intento de tráfico de drogas.
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Según especifica la entidad en su página web oficial, descubrieron 37,69 libras (17,09 kilogramos) de cocaína, valorada en aproximadamente US$503.355, escondida dentro de la carga. El Puente Internacional de Pharr, un punto clave en la frontera sur de Texas, fue escenario de la importante incautación.
El camión en cuestión transportaba este alimento, una mercancía comúnmente importada que, a simple vista, no levantaba sospechas. Sin embargo, el procedimiento estándar del organismo citado requirió una inspección secundaria, una medida rutinaria para garantizar la seguridad y la legalidad del cargamento.
Proceso de inspección y descubrimiento por parte de CBP
Durante la inspección secundaria, los oficiales de la CBP emplearon tecnología avanzada y equipos especializados para examinar el camión. Además, llevaron a cabo la utilización de un sistema de inspección no intrusivo, que permite visualizar el contenido del remolque sin necesidad de abrirlo físicamente, y también se apoyaron en perros entrenados para detectar narcóticos.
Esta combinación de tecnología y habilidades caninas demostró ser efectiva, ya que llevó al descubrimiento de 16 paquetes de cocaína dentro del remolque. Cabe destacar que los 16 paquetes encontrados contenían un total de 37,69 libras (17,09 kilogramos) de cocaína, con un valor estimado de US$503.355.
La incautación del narcótico y del camión con remolque deja en evidencia la constante vigilancia que mantienen las autoridades para proteger la frontera y las comunidades estadounidenses. Tras la incautación, ambos elementos fueron confiscados. Los agentes especiales de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés) iniciaron una investigación criminal para determinar los responsables del contrabando.