El presidente Donald Trump puede prohibir que Associated Press asista a algunos eventos de prensa en la Casa Blanca por ahora, según dictaminó el viernes una corte de apelaciones federal, suspendiendo un fallo de un tribunal inferior que otorgaba acceso a los periodistas de la agencia de noticias estadounidense.
Los periodistas y fotógrafos de AP son excluidos del Despacho Oval y de viajar en el Air Force One desde mediados de febrero debido a la decisión de la agencia de seguir refiriéndose al "Golfo de México" y no al "Golfo de América", como lo decretó Trump.
Miembros de los medios de comunicación en la sala de prensa de la Casa Blanca. Foto:JIM LO SCALZO / EFE
En abril, el juez federal Trevor McFadden consideró que esa medida constituía una violación de la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza la libertad de expresión y de prensa.
Pero el viernes, un panel de jueces de la corte de apelaciones federal con sede en Washington dictaminó que, mientras se espera la apelación, el gobierno puede seguir excluyendo a AP de los "espacios presidenciales restringidos", los cuales, según afirmó, no están protegidos por la Primera Enmienda.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, con la prensa en el Air Force One. Foto:AFP
AP, una organización de 180 años que ha sido durante mucho tiempo un pilar del periodismo estadounidense, hasta ahora se ha negado a retractarse de su decisión de seguir refiriéndose al "Golfo de México".
En su manual de estilo, AP destaca que el Golfo de México ha "llevado ese nombre durante más de 400 años" y la agencia "se referirá a él por su nombre original aunque reconocerá el nuevo nombre que ha elegido Trump".
La secretaria de prensa Karoline Leavitt (i) en rueda de prensa en la Casa Blanca. Foto:JIM LO SCALZO / EFE
Desde que Trump regresó a la presidencia, en enero, su gobierno trata de reorganizar radicalmente la forma en que se cubre la Casa Blanca, especialmente favoreciendo a los podcasters y creadores de contenido conservadores.
Dos semanas después de excluir a AP, la Casa Blanca despojó a los periodistas del poder que ha existido durante casi un siglo para decidir cuáles de los integrantes de la profesión serán miembros de un grupo de reporteros y fotógrafos que cubren eventos presidenciales.