Laleska Alexandre, diseñadora de moda e 'influencer' digital de 28 años, falleció en Juazeiro do Norte, Ceará, en Brasil, tras sufrir complicaciones por un absceso ovárico.
La noticia fue confirmada por su equipo, que informó que la joven había recibido tratamiento por cólicos sin saber que enfrentaba una grave infección en su sistema reproductor.
El problema de salud se encontraba en una fase avanzada cuando Laleska acudió en busca de ayuda médica. De acuerdo con el portal' G1', sintió un fuerte dolor abdominal el miércoles y fue trasladada al Hospital Regional de Cariri, donde perdió la vida poco después.
Laleska Alexandre tenía más de 25 mil seguidores en redes sociales, donde compartía consejos sobre moda, estilo de vida y comunicación. La noticia de su fallecimiento generó múltiples mensajes de condolencia.
¿Qué es un absceso tubo-ovárico?
El absceso tubo-ovárico (AOT) es una infección pélvica severa que puede comprometer las trompas de Falopio y los ovarios. Esta afección suele estar relacionada con la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y se produce por la propagación de bacterias desde la vagina o el cuello uterino.
El tratamiento inicial generalmente consiste en antibióticos, pero en casos más graves se requiere el drenaje del absceso o incluso cirugía.
Entre sus síntomas más comunes están el dolor intenso, fiebre, alteraciones en el ciclo menstrual y flujo vaginal anormal. Si no se trata a tiempo, la infección puede derivar en complicaciones de alto riesgo.
Ignoró sus dolores de espalda y murió por un agresivo cáncer en sus órganos
En un caso diferente, Lucy, madre de tres hijos, compartió con el medio británico 'The Sun' la dolorosa historia de su madre, Gill, quien falleció a causa de un cáncer que no fue diagnosticado a tiempo. La enfermedad, que avanzó sin ser detectada, terminó por afectar gravemente su salud.
El origen de su padecimiento se remonta a cinco años antes del diagnóstico, cuando le extirparon la tiroides tras detectarle cáncer en esa glándula. Superado ese episodio, Gill retomó su vida con normalidad, sin imaginar que su salud volvería a verse comprometida.
Tiempo después, en un control médico de rutina, los especialistas le informaron que tenía diabetes tipo 1, lo que tomó por sorpresa a su familia, ya que no presentaba síntomas y su estado físico era óptimo.
“Ella no tenía sobrepeso, no fumaba, no bebía y caminaba a todas partes. Ninguno de nosotros entendió por qué sucedió. Los médicos sugirieron que podría deberse a desequilibrios hormonales relacionados con la extirpación de la tiroides, pero no había una explicación clara”, relató Lucy.
A pesar de seguir las indicaciones médicas, Gill comenzó a deteriorarse. Perdió peso de forma alarmante y sus niveles de azúcar en sangre estaban fuera de control. Poco después, empezó a experimentar un intenso dolor de espalda que no cedía con ningún tratamiento.
Ante la preocupación, su familia insistió en que le realizaran estudios más detallados, ya que el dolor era cada vez más insoportable. Sin embargo, los médicos no encontraron una causa clara para su malestar, lo que retrasó su diagnóstico.
“El médico sugirió que su vida estresante podría haber sido un factor, considerando las fluctuaciones constantes en sus niveles hormonales”, explicó Lucy. A pesar de llevar un estilo de vida saludable, el cáncer avanzó sin ser detectado hasta que fue demasiado tarde.
O Globo (Brasil) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.