La tragedia sigue retumbando en los salones de la institución educativa Alfonso López Pumarejo, en el corregimiento de Potrerito. Allí, en esta zona rural de Jamundí, un disparo de un revólver calibre 38 le arrebató la vida a un niño, de 11 años, en la mañana del 13 de noviembre.
Conforme a los criterios de
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Cali, que tiene jurisdicción en Jamundí, la víctima y otro niño, mayor que él, habrían manipulado el arma, presuntamente.
El comandante de la Policía de la ciudad, coronel Carlos Oviedo, explicó que el niño más grande, con 12 o 13 años, quedó en un proceso de restablecimiento de sus derechos con el acompañamiento de delegados del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Este adolescente habría sido quien llevó el arma hoy incautada y que hace parte de las pesquisas para determinar quién es el dueño y cómo llegó a las manos del adolescente que finalmente llevó al colegio. Para ello, las autoridades están cotejando con allegados de la familia del menor que llevó el arma, al tiempo que están siendo investigados.
"Con profundo pesar, informamos a la comunidad sobre el lamentable suceso ocurrido hoy en la institución educativa Alfonso López Pumarejo, donde un menor de 11 años perdió la vida tras un trágico accidente con un arma de fuego. Un estudiante, aproximadamente de 13 años (12 años, según la Policía), llevó un arma al plantel educativo, la cual fue manipulada por ambos menores, resultando en el disparo accidental que acabó con la vida de uno de ellos", informaron en la alcaldía de Jamundí.
"El estudiante que portaba el arma fue puesto a disposición de las autoridades en compañía de la Policía de Infancia y Adolescencia, y se están tomando las medidas para entregarlo al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)", indicaron en la Alcaldía.
Más del doble asesinatos de niños en Valle que en Antioquia y Bogotá
“Las autoridades recalcan la responsabilidad de los padres de familia en la seguridad y bienestar de sus hijos, pues es inadmisible que un menor tenga acceso a un arma de fuego. En este sentido, los padres de familia del menor que portaba el arma serán investigados por presunta negligencia en el cuidado y protección de su hijo, pues no se puede permitir que objetos peligrosos lleguen a manos de menores de edad”, informaron en la alcaldía de Jamundí.
"Desde la alcaldía de Jamundí, hacemos un llamado a los padres y cuidadores a redoblar esfuerzos en la supervisión de sus hijos, así como en la prevención de cualquier situación que ponga en riesgo la vida y seguridad de los menores. Es fundamental promover entornos seguros en el hogar y espacios educativos que protejan y fortalezcan el desarrollo integral de nuestra niñez", explicaron en la misma Administración.
El hecho sucedió ocho días después del asesinato de una adolescente, el 5 de noviembre y también en Jamundí. La menor tenía 15 años, de acuerdo con la misma Policía Metropolitana de Cali. Hasta ahora, una semana después del crimen, la investigación no ha arrojado quién sería el homicida de la adolescente.
La Policía informó que han recogido versiones de la familia sobre una expareja de la menor para que sea tomada como persona de interés en la investigación.
Este panorama influye para que suban mucho más las muertes violentas de niños y adolescentes en el Valle del Cauca por arma de fuego o cortante, siendo la región de todo el país que lleva más de dos años hasta en lo que va de este 2024 con el mayor número de estas víctimas en todo Colombia.
Solo hasta septiembre pasado iban 95 homicidios de menores de edad en el Valle, con base en informes del Instituto Nacional de Medicina Legal. De esa cifra, 35 menores estaban en Cali.
Pero, las muertes de menores doblan mucho más que las que hubo entre enero y septiembre en Antioquia, donde se reportaron 40 muertes de menores, de los cuales, seis ocurrieron en su capital, en Medellín.
El Valle del Cauca también está lejos de Bogotá, pese a que la capital de la República dobla en habitantes a la región de la caña de azúcar. Medicina Legal informó 32 homicidios de menores de edad en Bogotá.
La niña de Candelaria
Cristian Delgado y Lady Zúñiga sienten el alma y el corazón desgarrados porque un hombre identificado como Brayan Campo Pillimué, que trabajaba en un local a pocas cuadras de su vivienda, le segó la vida de su hija, de 12 años.
Campo tenía un negocio de venta de artículos y alimentos para mascotas: Croquetas y Accesorios Chimuelo, un establecimiento que le quedó a la pequeña en el mismo trayecto cuando salió de casa de su abuela, en el barrio La Victoria, en el corregimiento de Villagorgona, del municipio de Candelaria.
Se dirigía a su vivienda por un shampoo para mascotas. La niña habría sido asesinada el mismo día de su desaparición, el 29 de septiembre. El cuerpo fue hallado el 17 de octubre, en un cañaduzal, porque el autor confesó dónde estaba.
Tras la imputación de cargos al hombre, hoy recluido en la cárcel, “las actividades de policía judicial permitieron establecer que la víctima salió de la casa de los abuelos a recoger en su lugar de residencia un champú para su mascota, y al pasar frente a un establecimiento de venta de alimentos y artículos para animales, que pertenecía a Campo Pillimué, fue interceptada por esta persona e inducida a ingresar al local con el supuesto de que le regalaría un collar”. Luego, el hombre la golpeó en la cabeza.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali