Un gran debate se ha generado en las redes sociales tras las declaraciones de un hombre millonario, quien no le dejará ni un solo peso a sus hijos luego de morir y aseguró que su dinero será regalado o gastado antes de morir.
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Javier López tiene ingresos por 4.500 millones de pesos colombianos al mes; sin embargo, en una reciente entrevista con 'Y ahora sonsoles' el hombre aseguró que sus hijos no verán nada de su dinero tras su fallecimiento.
"Soy millonario, pero mis hijos no van a heredar. Ellos saben que el rico soy yo, no ellos", fue una de las frases que dijo este millonario al programa.
Y es que Javier López no la tuvo tan fácil, pues procede de una familia con origen humilde que obtenían sus ingresos de la ganadería. Cuando logró una capacidad económica aceptable, lo volvió a perder todo en la crisis del 2008, desde su imperio empresarial con más de 1.000 oficinas y 7.000 empleados hasta su estabilidad económica.
Según su relato, esta fue una gran lección para él: "Cuando ganas te crees invencible, pero cuando pierdes analizas más. Aprendí más de los fracasos que de los éxitos", agregó.
Adicional a esto, aseguró que comenzó a estudiar Derecho estudiar junto a su hija Ariana para motivarla. “Dije: ‘Si estudiar es difícil, lo haremos juntos’, y así nos graduamos como abogados colegiados con números consecutivos”, explicó, esto lo llevó a tener todo un bufete de abogados.
Pero una de las frases que más ha generado debate en las redes sociales fue: "Mis hijos no esperan que me muera para cobrar una herencia. Quiero que sepan ganarse la vida por sí mismos. Les doy herramientas, contactos y consejos, pero el esfuerzo debe ser suyo”.
"Hay que educarlos en el esfuerzo (...) No me gustaría que fueran ‘hijos de’, que estuvieran deseando que me muera para cobrar una posible herencia, ni que, el día que yo no esté, no tengan la capacidad de generar sus propios ingresos. A mi entender, es muy triste", agregó Javier López.
Finalmente, dio un consejo para todos los jóvenes que decidan emprender: "Si cuando mueres te queda un euro, es que hiciste mal los cálculos. Lo importante no es cuánto acumules, sino cuánto enseñes y cuánto inspires a los demás2.