Hizo un viaje de 13 días por las carreteras de Estados Unidos y compartió el error fatal que cometió

Mónica Humphries, una reportera de viajes de Colorado, Estados Unidos, compartió un error fatal que cometió en su viaje por Nuevo México: se asentó en un campamento conocido, aunque no tenía señal en el celular. Si bien la experiencia fue gratificadora, no volvería a repetirla o, por lo menos, no en los primeros días en el exterior. 

En su artículo para Business Insider, la mujer explicó que recorrió toda la carretera estatal 150 de Nuevo México en un Ram Promaster hasta llegar al pueblo de Taos. Una vez allí, decidió hospedarse dentro de la van en el Bosque Nacional Carson, donde ya había acampado cinco meses atrás con diez amigos. 

"Esta vez estaba sola. Era mi primera noche en un viaje por carretera de dos semanas en una furgoneta alquilada. Estaba probando la vida en camioneta y pensé que me facilitaría el viaje alojándome en un camping conocido. Fue un error", describió. 

Aunque conocía de memoria la zona, la falta de señal para comunicarse la mantuvo alerta toda la noche. Su nerviosismo llegó al punto de que prefería quedarse en un camping desconocido pero con buena recepción de Internet. 

"He pasado muchos días sola sin señal, pero la primera noche estuve nerviosa sin la comodidad de poder llamar fácilmente al 911 o a un amigo. Podía usar el teléfono satelital, pero no era el más intuitivo, y me preocupaba tener que recurrir a él en caso de emergencia", agregó. 

Sus preocupaciones se incrementaban con cada sonido del exterior, hasta las ramas que caían de los árboles eran una señal de alerta para Humphries. Dormir tampoco era una opción, se asomaba constantemente por las ventanas para comprobar que no haya nadie cerca de su campamento. 

El lado positivo de no tener señal en el campamento de Nuevo México, EE. UU. 

A pesar del nerviosismo por quedarse incomunicada, la mujer comentó en su artículo para BI que "quería estar en la naturaleza con menos distracciones". En ese tiempo pudo leer, escribir y disfrutar del aire libre sin las constantes interrupciones del teléfono.  

"Me tomó un par de días sentirme cómodo, y noches tranquilas llenaron el resto de mi itinerario. Al final, la falta de servicio me hizo sentir como si me estuviera sumergiendo de cabeza en la vida en furgoneta y me di cuenta demasiado tarde de que quería adentrarme lentamente en la experiencia", reflexionó.