Hijo recoge firmas para que no separen a sus padres con Alzheimer tras pasar toda una vida juntos: ‘Tienen 84 y 80 años y se cogen de la mano como si tuvieran 14’

Un hijo ha logrado reunir más de 36.000 firmas en un solo día a través de la plataforma Change.org, pidiendo un cambio en los criterios de asignación de plazas en residencias para evitar que separen a sus padres, una pareja de españoles que padecen Alzheimer, después de haber convivido juntos por seis décadas.

Hasta el 10 de octubre, la iniciativa ha alcanzado más de 46.000 apoyos.

La petición que busca mantener a la pareja unida

"Mis padres tienen 84 y 80 años y se cogen de la mano como si tuvieran 14.⁠ ⁠Cuanto más mayores, más carantoñas", es como comienza el emotivo texto escrito por José Hernández, hijo de Desiderio y María Soledad, quienes pronto celebrarán 60 años de casados. 

José describe con emoción la conexión profunda que existe entre ellos, una relación que ha perdurado a lo largo de los años, y lamenta que, justo en esta etapa de sus vidas, puedan ser separados por cuestiones burocráticas. "Se me parte el alma al pensar que tengan que separarse justo ahora, en los últimos años de sus vidas", señala con tristeza.

Ambos sufren de Alzheimer y requieren atención constante, tarea que ya sobrepasa las capacidades de su hijo. En particular, José narra cómo su madre, en cuestión de meses, pasó de ser una persona activa e independiente a depender completamente de otros. "Mi madre en cuestión de meses ha pasado de cocinar y valerse por sí misma a pasar la mayor parte del día inmóvil, incapaz de asearse sola, con la mirada perdida. Es muy duro verles así", confiesa.

La lucha por una residencia conjunta

José solicitó una plaza en una residencia pública para ambos en Extremadura. Sin embargo, se enfrentó a un obstáculo inesperado: el sistema de asignación no considera que sean un matrimonio, a pesar de padecer la misma enfermedad. "Valoran a cada uno por separado incluso teniendo la misma enfermedad y, por ello, podrían asignarle a cada uno una residencia distinta. Separándoles en sus últimos años y después de haber pasado toda una vida juntos", lamenta José.

Frente a esta situación, lanzó una campaña de recolección de firmas con el objetivo de cambiar la normativa actual y evitar que matrimonios en situaciones similares se vean separados. José apela a la necesidad de que la convivencia de tantos años sea un factor que se considere en el proceso de asignación de plazas.

Por otro lado, menciona que una opción viable sería optar por una residencia privada, pero el alto costo lo hace inviable para la mayoría de las familias. "¿Quién puede gastar eso una vez al mes?", se pregunta José, refiriéndose a los casi 5.000 euros (poco más de 23 millones de pesos colombianos) mensuales que costaría mantener a sus padres en una residencia privada.

Las limitaciones del sistema actual

Fuentes del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 han declarado que no tienen competencia directa en este caso específico, ya que depende de la comunidad autónoma. Aunque reconocen que "la posibilidad de que puedan ir a una misma residencia existe, pero depende de la comunidad autónoma", no pueden intervenir directamente en el proceso de asignación.

Estas mismas fuentes citaron el Real Decreto 1051/2013, que regula las prestaciones del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, y subrayan que la atención residencial no está incluida en el catálogo de servicios para personas con grado I de dependencia. Sin embargo, aclaran que las comunidades autónomas tienen la potestad de decidir cómo ofrecer la atención residencial según sus legislaciones locales.

Por lo tanto, mientras que el Ministerio establece las normas generales, son las comunidades autónomas las que, según el artículo 11 de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal, tienen la competencia para planificar y gestionar los servicios relacionados con la dependencia dentro de sus territorios.

Europa Press

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.