Hechos de TV en 2024 / El otro lado, columna de Ómar Rincón

Muere HBO. La mejor televisión del mundo ahora es un archivo de MAX. Y esto pasó porque las series de culto no son masivas, por eso, ahora toca hacer series cómicas, melodramáticas y de crimen para toda la familia. Netflix, Prime, Apple, Disney, Star+, MAX y todas las plataformas cada vez se parecen más a la vieja televisión abierta, la diferencia es que es sin comerciales y hay que pagar para ver.

Triunfa YouTube. Y mientras todos buscaban el clic y creían que la mina de oro estaba ahí, YouTube se convirtió en el primer medio de información del mundo, allí existe el nuevo periodismo streamer que tiene tiempos largos. Aunque es vieja tele (cabezas parlantes), gana el desparpajo de lo cotidiano y las hablas comunes que se burlan de la solemnidad mediocre de los presentadores y periodistas de teleprónter.

Muere el UNO. Ya no veremos más CM&, ahora el Uno será radio en televisión. Todo un desperdicio ya que eso se puede hacer por YouTube. Prisa parece tener dinero, pero no ideas. Su Caracol Radio cada día tiene menos oyentes y creen que poniéndose en TV ganan. Pierde la tele, pierde la radio, pierde el periodismo.

Mueren las noticias. Murió CM&, que era de lo decente, Caracol anda en los descarados publirreportajes de los alcaldes como lo fue la Feria de las Flores de Ficollín, RCN sigue en modo odio al pueblo, amor a lo facho y guerra contra Petro; los canales regionales siguen en hacer propaganda de sus jefes. Por eso, las noticias marcan nada en rating. La gente huye feliz.

Gana Petro. No gobierna, pero a punta de tuiterazo limpio tiene a los periodistas ocupados en sus “decires impunes” y de eso de la realidad nadie se acuerda. Los periodistas se sienten genios dándose en la jeta con el Presidente, mientras pierden en legitimidad y credibilidad. Eso sí, estar contra Petro da rating: el odio vende.

Muere Señal Colombia. Dedicada a la batalla política (dicen que es batalla cultural, cuando se abandonó lo cultural expresivo y de la identidad), anda perdida buscando evangelizar en la verdad petrina. Se olvidaron de la cultura y los formatos televisivos para convertirse en púlpitos solemnes de moralina aburrida.

Pierden los alcaldes. Fico, Galán, Char tienen los medios comprados con pauta. A ellos los informan en publirreportajes, nos cuentan lo maravillosos que son. Pero la gente habita y vive en los sentidos comunes y la farsa se cae: las calles llenas de basura y personas humanas vueltas nada, las calles llenas de carros parqueados y movilidad cero, ese caos no se borra pagando pauta.

Triunfan los concursos de cantar, correr y cocinar. Ganan porque los participantes saben que el talento no importa, que lo que hay que producir es melodrama, llantos y sonrisas. La gente los soporta como si la tele fuera un acuario que en cambio de peces tiene humanos, se gozan porque no exigen una neurona para ser disfrutados. Y para los canales son baratos y dan rating.

ÓMAR RINCÓN

Crítico de Televisión 

orincon61@hotmail.com