¿Hay estrés bueno y estrés malo? Estas son sus diferencias y síntomas, según la Clínica Mayo

hace 20 horas 14

Explicativo

● La principal clave es saber cuándo se vuelve crónico y cómo puede influir en el organismo.

● Hay algunas señales a las que debe de estar pendiente para así saber cuáles son positivas y negativas.

Estrés.

Existen dos tipos de estrés. Foto: iStock

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29.05.2025 12:44 Actualizado: 29.05.2025 12:56

Las personas tienen el pensamiento de que el estrés es malo por todas las enfermedades que este puede llegar a ocasionar, pero desde el punto médico no todo es malo, ya que los niveles saludables de estrés ayudan a desarrollar la resiliencia, según explicó la licenciada en Medicina y Cirugía de la Clínica Mayo Healthcare, Safia Debar.

La especialista comentó que hay estrés bueno y malo, es importante que las personas sepan cuando están en peligro de sufrir una sobrecarga y necesitan ayuda de un especialista.

“El estrés es una reacción física y psicológica a una demanda, y esa demanda puede ser cualquier cosa. El estrés que es bueno para nosotros y que incluso puede darnos una sensación de bienestar es el eustrés, lo opuesto a la aflicción”, comentó la especialista Debar.

Estas son algunas diferencias del estrés

El estrés malo puede provocar varias enfermedades como las cardíacas, accidentes cardiovasculares o incluso cáncer. Además, podría llegar a afectar la disminución de la energía en las tareas diarias y el rendimiento.

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El estrés puede generar algunas enfermedades. Foto:iStock

“Se trata de cómo percibimos ese estrés y cómo el cuerpo lo maneja realmente. El estrés crónico afectará todos los sistemas de órganos: es posible que sienta ansiedad, depresión y problemas digestivos, por ejemplo”, argumentó Debar.

El estrés puede provocar una cascada de reacciones en la mente y el cuerpo a medida que esta genera una respuesta y, en algunas ocasiones, puede llegar a ser peligrosa.

“En condiciones de estrés normal, una persona comienza en un valor de referencia de relajación, se encuentra con un factor estresante, comienza la respuesta al estrés, alcanza un máximo y después vuelve a bajar al valor de referencia”, agregó Debar.

Pero el estrés no siempre es malo, ya que en algunas ocasiones ha estado asociado a la existencia como un elemento fundamental para la supervivencia y desde hace algunos años los expertos lo han definido como una respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas.

Debemos deshacernos de aquellas cargas que no nos permiten seguir adelante. Tratar de que la sobrelleven otros no es una opción.

Hay señales que indican que puede estar sufirendo un estrés crónico. Foto:IStock

Además, esta es una respuesta humana totalmente normal a la que las personas le pueden sacar provecho si saben escuchar y observar. Por ejemplo, cuando realiza un examen, es normal que le genere preocupación, pero esto hará que le dedique más tiempo para prepararlo y así sacar una buena nota.

“Cuando la persona se da cuenta de que la amenaza ha pasado, el cuerpo comienza a repararse a sí mismo de esta respuesta y a ordenarse. Cambia a un estado de reparación, renovación y crecimiento a medida que la respuesta al estrés se neutraliza”, manifestó Debar.

El estrés se vuelve un problema cuando se convierte en algo patológico y hay ciertas señales que indican que puede sufrir una sobrecarga y de las cuales debe estar pendiente, según indicó la especialista.

Estas son algunas de las señales a las que debe estar pendiente y que requieren de ayuda médica:

  • Si el estrés se siente incesante y constante.
  • Si siente que no puede controlar el estrés y no puede relajarse, o siente que está en piloto automático.
  • Si tiene problemas para regular las emociones.
  • Si comienza a esconderse de la vida o las personas.
  • Tiene síntomas físicos como dolor de cabeza, dolor de pecho, malestar estomacal, problemas para dormir o se enferma con más frecuencia.

“Piense en cómo su cuerpo maneja el estrés y cómo lo maneja usted a nivel emocional, físico y en sus relaciones interpersonales. Qué hace y qué no hace”, concluyó.

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