El agua de la ciudad de Nueva York está experimentando una serie de cambios que podrían llevar a que en los próximos años la Gran Manzana cuente con problemas con el suministro y tenga que buscar otras alternativas.
Un reciente estudio señala que los embalses suburbanos que suministran el 10 % del agua potable de Nueva York se están volviendo más salados debido al cloruro de sodio que desde hace décadas se ha esparcido en las carreteras cerca del sistema durante el invierno.
Esta salinidad provocaría una posible desconexión del principal embalse a principios del próximo siglo, pero ya podría ir poco a poco generando estragos o algunos problemas en la población que consume el agua. El sistema abastece a más de 9 millones de personas.
¿Cómo es el sistema hídrico de Nueva York?
El agua de Nueva York es administrada principalmente por el sistema hídrico de Croton. El embalse que lleva el mismo nombre es uno de los componentes clave de este proceso.
Fue construido en el siglo XX para ayudar a asegurar el abastecimiento de agua para una población en crecimiento. A lo largo de los años, el sistema ha sido actualizado y mejorado para satisfacer las necesidades de agua de una población de millones de personas.
Croton se integra en el Sistema de Acueductos de Nueva York, que también incluye otras fuentes de agua como el sistema de los embalses de Delaware y Catskill.
Lo que podría pasar con el agua en Nueva York
Rohit Aggarwala, comisionado de protección ambiental de la ciudad, dijo a The Associated Press que el estudio concluyó que si los habitantes de Nueva York no cambian sus hábitos, "en 2100 el Sistema Hídrico de Croton se convertirá en una agradable instalación recreativa, pero dejará de ser un suministro de agua".
Por su parte, Shannon Roback, directora científica del grupo ambientalista Riverkeeper, dijo que los altos niveles de sal en el agua potable plantean una serie de problemas ambientales y pueden ser perjudiciales para las personas con dietas bajas en sodio.