Hamás acusó a Israel de "violación flagrante" del acuerdo de tregua después de que el Estado hebreo decidiera retrasar la liberación de 620 prisioneros palestinos que debían ser entregados a cambio de los seis rehenes israelíes que sí fueron liberados este sábado en Gaza.
"El no respeto por parte de la ocupación (Israel) de la liberación del séptimo grupo de prisioneros a la hora acordada en los términos del acuerdo es una violación flagrante del mismo", declaró Abdel Latif al-Qanou, portavoz del movimiento islamista Hamás, en un comunicado, en el que acusó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de "táctica dilatoria".
Entretanto, una fuente oficial israelí indicó que Netanyahu, "mantendrá esta noche una consulta de seguridad".
Aunque no se ha señalado la razón, el primer ministro israelí prometió el viernes que Hamás pagaría caro su "violación cruel" del alto el fuego, tras haber afirmado que uno de los cadáveres de rehenes entregados la víspera no era, como anunciado, el de la israelí de origen argentino Shiri Bibas.
Símbolo del drama de los rehenes, esta mujer fue secuestrada el 7 de octubre junto a sus dos hijos, Ariel y Kfir, que tenían en ese momento cuatro años y ocho meses.
Tras el análisis de los restos de los dos niños, el ejército israelí afirmó que combatientes islamistas mataron a los pequeños "a sangre fría" y "con sus propias manos" en Gaza.
En respuesta, Hamás acusó el sábado a Israel de proferir "mentiras sin fundamento".