La industria aeronáutica en Colombia sigue sin salir de la turbulencia en la que la metió la aerolínea Viva Air, que canceló su operación repentinamente afectando a miles de pasajeros que todavía sienten las consecuencias de esa decisión.
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Después de que la Aerocivil autorizara la fusión entre Avianca y Viva Air, y de que las dos compañías manifestaran sus reservas frente a esta decisión, al punto de que Viva Air, incluso, dijera que está más próxima a su liquidación, también se dañó la adquisición, por parte de JetSmart, de Ultra Air.
“Hemos avanzado en el proceso y consideramos, que, por diversos factores, no es posible continuar con la intención de compra Ultra Air y hemos cancelado la carta de entendimiento y dado por terminado el proceso”, dijo Estuardo Ortiz, CEO y fundador de JetSmart.
Ante esta situación, y ante el hecho de que la aerolínea Ultra Air presenta baja liquidez, lo que dificulta el cumplimiento a corto plazo con sus acreedores, la Superintendencia de Transportes tomó una serie de medidas administrativas con Ultra Air.
Esa aerolínea debe implementar un plan de trabajo en el que se detalle un listado desagregado de las rutas y los tiquetes que vendieron para que no pase lo mismo que con Viva Air.
El ministro de Transporte, Guillermo Reyes, también señaló que Ultra Air debe informar de manera inmediata el mecanismo mediante el cual va a garantizar los tiquetes que ha vendido de manera anticipada ante un eventual cese y suspensión de operaciones.
En desarrollo…