Gobernar es un show televisivo. Y cada presidente tiene su formato.
Pastrana (1998-2002) era un presentador de noticias, pulidito de imagen, lector de teleprónter y sin ideas propias. Uribe (2002-2010) fue un formato rural de patrón de finca atendiendo peones y regañando trabajadores con sus consejos comunitarios. Santos (2010-2018) era como un explorador inglés de safari por Colombia, en un estilo NatGeo. Duque (2018-2022) intentó ser televisión educativa y terminó siendo el minuto inútil que duraba horas con su Prevención y acción. Petro (2022-2026) era el rey del matoneo en X, pero aburrido decidió hacerse un reality.
Petro por más de 5 horas hizo de su presidencia un chiste: él era dios/profesor/juez/conductor/verdad/cura/padre/agresor/defensor; los escogidos para eliminación eran Benedetti y Sarabia; el resto de la Casa de Nariño acusaban. Nadie defendió, solo dios Petro.
La historieta es que un aburrido presidente que antes que gobernar se autosabotea se mostró mezquino, vengativo, quisquilloso y actúo, según dijo, “como la sirvienta del pueblo”. La transmisión fue exitosa en X, uno de los momentos más vistos de todo el año en televisión y sirvió de previa para el partido de la Selección Colombia en el Sub-20.
Benedetti fue el protegido de la semana: no habló y recibió todos los golpes. Y aun así sigue como ahí. Sarabia las peleó todas, recibió, dio y corrigió al jefe: “Usaid se acabó, Presidente” (Uppps... ¿dónde andabas, dios?).
El regaño llegó para el maleducado ministro de Educación y por impuntual: chiste nacional viniendo del puntual jefe jajajajajá.
El controvertido consejo de ministros de Petro. Foto:Presidencia
Las heroínas, como siempre, son las mujeres. Habíamos olvidado que Francia existía, poco musitaba en la casa Petro, pero en este especial pidió “respeto” y se mostró “indignada” y autocrítica con lo mal que lo estamos haciendo. Bello eso de meterse ella en la decadencia. Bello eso de “Me duele que mi gente me diga que estaba mejor antes de que yo llegara”. Eso ganó likes.
La candidata a la presidencia Muhamad elevó su bandera feminista, pero para parecer mujer lo hizo con lágrimas. Demostró que las mujeres en Colombia piensan con su propia cabeza, facturan y son las que les cantan la tabla a estos que se creen intocables. Divina.
Pero el que sabe sabe, y “sin xxx no hay paraíso” fue sublime, les dice a Laura y Armando que son de talla chiquita pa’l poder (¡¡jajajá!!) y el que ama a su jefe: “Lo amamos a usted, Presidente. Yo a usted lo amo”.
Lo sublime pasó cuando dios habló: exoneró a Epa Colombia, “la castigan por ser pobre, levantarse y protestar”. Confesó “no soy de izquierda, yo no propuse el socialismo”, que tiene “un gabinete triste”, y que es un inútil: ha incumplido 146 compromisos de 195. Le “da vergüenza”. Pero es que “el Presidente es revolucionario, el Gobierno, no”. El fracaso es de mi gente. Divino.
¿Se puede pedir mejor historieta? Imposible. Pasó a los momentos emblemáticos de la televisión colombiana. Y ahora, más cuentachistes.
ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
orincon61@hotmail.com