“Se estima que Hamas no está interesado en la escalada y en entrar en una confrontación en el momento presente”, decía un memorando ultrasecreto circulado por los oficiales de inteligencia de Israel a las 3:17 a.m. del 7 de octubre.
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Horas después el desenlace fue fatal y conduce hasta que se vive hoy en Oriente Próximo.
El diario estadounidense The New York Times revisó este informe pero también varias actas en las que se descubre que Hamás planeó por más de un año el ataque a Israel a través de la estrategia de hacerle creer a Tel Aviv que el grupo ya no estaba buscando confrontación.
Pero además, las actas de reuniones secretas de Hamás que fueron halladas por el ejército israelí, revelan que el grupo palestino insistió en obtener el apoyo del Hezbolá Iraní para que se uniera al asalto de octubre.
Se trata de de actas de al menos 10 reuniones secretas en las que se lee sobre la planificación de los actos y la estructura de Hamás.
En ellos se habla que el ataque llevaba el nombre de “el gran proyecto” ya para el otoño del 2022, sin embargo, hubo retrasos a la espera de que Irán y Hezbolá se sumaran.
Queda en evidencia que en julio de 2023, Hamás envió a un representante a Líbano para reunirse con un comandante iraní e insistir en el apoyo al asalto.
Tras esta reunión, el iraní pidió más tiempo para prepararse pero insistió en el apoyo que los rebeldes le daban al grupo palestino.
En los textos se lee también que Hamás tenía planeado discutir el ataque con Hassan Nasrallah, jefe de Hezbollah, quien fue dado de baja recientemente por Israel.
Las actas también muestran cómo el acercamiento entre Israel y Arabia Saudí influyó en acelerar el ataque o “el gran proyecto”.
Mientras que Ismail Haniyeh, líder político de Hamas en Qatar, también era informado sobre “el gran proyecto”, que dejó 1.200 personas muertas en territorio israelí, provocando una respuesta de bombardeos e invasión a la Franja de Gaza donde se contabilizan más de 40.000 víctimas fatales.
Sin embargo, aún no se sabe hasta qué punto Hezbolá e Irán sabían de los planes del 7 de octubre. El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, ha negado públicamente que Irán tuviera papel alguno en el atentado.
Estas actas a las que el periódico estadounidense tuvo acceso, fueron descubiertas en un ordenador hallado a finales de enero por soldados israelíes en el sur de Gaza. Los periodistas analizaron su autenticidad y conversaron con expertos próximos a Hamás.
Tal es el caso de Salah al-Din al-Awawdeh, miembro de Hamas y ex combatiente de su ala militar y que ahora es analista en Estambul. El hombre dijo que conocía algunos de los detalles descritos en los documentos y que eran verídicos.
El ejército israelí, en otro informe interno obtenido por The Times, llegó a la conclusión de que los documentos eran reales y representaban otro fracaso de los servicios de inteligencia a la hora de impedir el atentado del 7 de octubre.
Aunque aún no se sabe la participación exacta de Irán, el país de igual forma ha atacado a Israel que terminó con el asesinato de Nasrallah y otros líderes de Hezbolá y ahora con la lucha en el sur de Líbano.
Lo que sí parece estar más claro es sobre el fallo de los servicios de inteligencia israelí que permitieron un éxito a Hamás que ocultó sus verdaderas intenciones.
Incluso, antes del ataque , el mismo 7 de octubre, los oficiales de inteligencia de Israel se percataron de una actividad inusual por parte de los combatientes pero creyeron que se trataba de una actividad de rutina del grupo rebelde.
REDACCIÓN EL TIEMPO