¿Experto digital o propagandista político pro racistas y genocidas?

hace 5 horas 16

En menos de un mes y al parecer en plena campaña a favor del sionismo, Diego Santos ha escrito siete columnas de opinión en diferentes medios de comunicación, no solo lavando la cara de Israel- recurriendo incluso a mentiras- sino tambien, sugiriendo de forma ignorante y racista el viejo refrito que los palestinos son los responsables de su tragedia, que Tel Aviv no es responsable de absolutamente nada y que criticar a Israel por sus crímenes es una especie bizarra de antisemitismo.

En su más reciente columna titulada “Vivir bajo una lluvia de misiles” y publicada por este prestigioso diario, no solo se invierte el orden de los papeles en el Medio Oriente sino que se sigue haciendo apología al odio y al régimen violento, criminal, racista y fundamentalista que gobierna Israel.

Pero vamos por partes. Se invierte el orden de los papeles por cuanto quien vive bajo una lluvia de misiles, bombas, disparos y asesinatos no es Israel sino Palestina. El columnista olvida o esconde el rol asignado por el Consejo de Seguridad de la ONU a Israel como potencia ocupante desde 1967. También olvida o esconde el documento de la CIJ del 19 de julio del año pasado donde hace una lista interminable de las aberraciones y violaciones del Derecho Internacional -incluyendo Apartheid- por parte de Israel en su ocupación militar y colonización de Gaza, Jerusalén Este y Cisjordania. Incluso, el columnista pasa por alto el pequeño detalle que la cúpula del gobierno israelí es prófuga de la justicia por cometer crímenes de guerra.

Israel en el Medio Oriente no es una víctima sino el causante de un efecto. Décadas de ultrajes al derecho internacional, de suponer un supremacismo étnico y moral, de atacar a su antojo a sus vecinos y de realizar una de las ocupaciones más sangrientas que la historia recuerde -con limpieza étnica incorporada- ha causado un sinfín de respuestas y retaliaciones que el sionismo, y en ese caso el columnista, manipulan para vender el refrito que Israel “solo se defiende”.

Ahora bien, el segundo elemento es que el columnista hace apología al odio y a la violencia, racismo y fundamentalismo del gobierno israelí. En repetidas ocasiones el columnista ha manifestado que Colombia debiera seguir los pasos del sionismo. ¿cuáles pasos?, ¿los de atacar a sus vecinos, asesinar niños, destruir ciudades, robarse tierras o violar la ley internacional?

Adicionalmente el columnista insiste en comparar a Israel con Colombia y dice acertadamente que “[No] tenemos la amenaza de que un misil caiga en El Dorado o en el centro de Barranquilla” y la explicación es simple, pero no por los argumentos a favor del genocida que el columnista expone. Colombia sí cumple la ley y no agrede a sus vecinos. Si lo hiciera a la usanza israelí, los colombianos estaríamos en serio peligro de enfrentar respuestas -justas por demás- de los afectados.

Por último, el columnista menciona que “criticamos a Israel sin tener ni la más remota idea de quiénes son y cuál es su diario vivir”. Se equivoca de lado a lado. Son sus mismos soldados los que nos han mostrado el rostro del sionismo, al posar usando de fondo la ropa interior de las mujeres palestinas que han asesinado o grabándose jugando tiro al blanco con mujeres palestinas, entre miles más de aberraciones. Acá nadie se inventa nada.

Basta ya de mancillar el judaísmo y acusar ramplonamente de antisemita a los críticos de Israel. Eso ofende no solo al judaísmo mismo, sino a la inteligencia de los lectores de este diario. Ojalá el columnista se dedique a lo suyo, hablar de tecnología, y deje de justificar lo injustificable lavando la cara de un agresor sin comparación.

Embajada de Palestina en Colombia 

Leer Todo el Artículo