La fisioterapeuta Lola Ibáñez advirtió que la disfunción del suelo pélvico no es solo consecuencia de los embarazos, partos o el envejecimiento, sino que permanecer sentado durante más de seis horas al día también constituye un factor de riesgo que puede debilitar esta zona y provocar, entre otras afecciones, incontinencia urinaria.
La especialista formuló esta recomendación este miércoles en ‘The Pelvic Lab’, una ‘pop‑up’ de Intimina diseñada para difundir información sobre el suelo pélvico. Esta estructura está integrada por músculos y ligamentos que participan en la continencia urinaria y de esfuerzo, el sostenimiento de los órganos pélvicos y la función sexual.
La evidencia científica señala que el 40 % de las españolas padece incontinencia urinaria, una cifra que aumenta con la edad hasta afectar a una de cada tres mujeres a partir de los 50 años. Pese a su frecuencia, el 27 % de las afectadas oculta el problema y evita acudir a un profesional.
El suelo pélvico interviene en la continencia urinaria, el sostén de órganos y la función sexual. Foto:iStock
Tipos de disfunción del suelo pélvico
Según explicó Ibáñez, existen “bastantes” tipos de disfunción del suelo pélvico, entre los que destaca la “típica” incontinencia urinaria, que puede deberse a hipotonía —debilidad de la musculatura— o a hipertonía —tensión excesiva en la zona—. También se pueden presentar estreñimientos, disfunción sexual, prolapsos —en los que la vejiga, el útero o el recto pueden desprenderse y asomarse por la vagina—, infecciones de repetición, dolor pélvico crónico o neuralgia del pudendo por hipertonía.
“Hay muchísima disfunción, sobre todo lo que no hay es que aguantar esa disfunción, siempre te tienes que poner en manos de un profesional”, sostuvo la experta. En consulta, los fisioterapeutas realizan una valoración interna y externa del suelo pélvico, complementada con una ecografía que permite observar el funcionamiento abdominal y el estado de las vísceras.
Signos de alerta
Los indicios que pueden alertar sobre una posible disfunción incluyen dolor en las relaciones sexuales; incontinencia al toser, reírse, correr o saltar; y estreñimiento severo. “Todo eso habría que valorarlo y trabajarlo”, indicó Ibáñez.
Cómo ejercitar el suelo pélvico
Para tratar la debilidad de esta musculatura, la especialista mencionó dispositivos como la radiofrecuencia, el biofeedback, la electroestimulación o aparatos de ondas. Además, destacó que las mujeres pueden ejercitar el suelo pélvico de forma autónoma mediante los ejercicios de Kegel, útiles para prevenir y resolver disfunciones.
El 27 % de las mujeres afectadas no busca ayuda profesional. Foto:iStock
Los ejercicios de Kegel se basan en contracciones del abdomen, lentas para trabajar el tono de la base muscular y calmar la vejiga, o rápidas para mejorar el cierre de esfínteres. Realizar respiraciones al exhalar mientras se contrae el abdomen fortalece el abdomen profundo y mejora la postura.
Otros ejercicios beneficiosos son la basculación pélvica —inclinar la pelvis hacia delante y hacia atrás estando sentado—, que libera tensión en la articulación sacro‑lumbar; y la respiración consciente con tres inhalaciones profundas, que libera el diafragma y favorece la circulación.
Recomendaciones cotidianas
Para evitar daños, Ibáñez aconsejó tomarse el tiempo para orinar, utilizar un taburete que eleve los pies en caso de estreñimiento, exhalar al levantar peso y contraer el suelo pélvico al estornudar o reírse.
En disfunciones graves, como un prolapso de grado 3 —cuando las vísceras pueden asomarse por la vagina—, la cirugía está indicada, pues la fisioterapia no logra recolocar los órganos afectados.
La fisioterapeuta puntualizó que los hombres también pueden presentar disfunción del suelo pélvico, aunque con menor frecuencia que las mujeres. En ellos, los ejercicios de Kegel resultan igualmente útiles.
Europa Press
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.