En medio de llantos y exigencias de justicia, la comunidad de Malambo despidió a Eriannys Johana Villalba Ospino, una niña de apenas 5 años que falleció tras un trágico accidente vial.
Con globos blancos, camisetas del mismo color, y carteles con la imagen de la pequeña, familiares y amigos participaron en su sepelio en el cementerio municipal, expresando su indignación por la falta de acción contra el responsable del incidente.
El fatídico suceso ocurrió el pasado 25 de diciembre en la Vía Oriental, a la altura del barrio La Luna en Malambo. Eriannys, acompañada de su abuela Tomasa Marín De Villalba, de 69 años, había descendido de un bus intermunicipal cuando ambas fueron arrolladas por un vehículo particular.
Tomasa perdió la vida en el acto, mientras que la niña fue trasladada de urgencia al Hospital Niño Jesús, donde luchó por su vida durante varios días antes de fallecer el 2 de enero.
Exigen la captura del responsable
Despedida de la niña de cinco años Foto:Redes sociales
Durante el cortejo fúnebre, la familia Villalba exigió que las autoridades locales tomen medidas drásticas contra el conductor del vehículo involucrado.
Erick Villalba Marín, padre de Eriannys e hijo de Tomasa, manifestó su profundo dolor y frustración, criticando que el conductor no fuera sometido a una prueba de alcoholemia ni detenido en el momento del accidente.
¿Cómo es posible que los agentes de tránsito no estén capacitados para hacer una prueba de alcoholemia, pero sí para multar e inmovilizar?
Erick Villalba MarínPadre de la menor
"¿Cómo es posible que los agentes de tránsito no estén capacitados para hacer una prueba de alcoholemia, pero sí para multar e inmovilizar?", cuestionó Erick, haciendo un llamado al Presidente Petro y a la alcaldesa de Malambo para que intervengan en el caso.
"Era un angelito", padre de la niña
Eriannys Johana Villalba, recordada como una niña alegre y llena de vida, cursaba sus estudios en el colegio Huellas de la Esperanza, en el barrio El Tesoro de Malambo, este año iba a iniciar el grado de jardín B.
Su familia describió a la pequeña como un “angelito de Dios” que iluminaba sus vidas. Desde el día del accidente, Eriannys permanecía en coma inducido debido a la inflamación cerebral y un pulmón comprometido.
A pesar de los esfuerzos médicos por salvarla, las lesiones provocadas por el atropello resultaron mortales. La familia ahora espera que el conductor del vehículo, un estudiante de Medicina en prácticas en Barranquilla, se acerque a ellos para ofrecer explicaciones y asumir su responsabilidad.
El dolor de la pérdida se agrava por la incertidumbre y la percepción de impunidad. La comunidad de Malambo, impactada por la tragedia, se une en solidaridad con la familia Villalba, demandando respuestas y acciones concretas que eviten que este tipo de incidentes queden en el olvido.