Cartagena de Indias, una de las ciudades más turísticas y emblemáticas de Colombia, fue nuevamente escenario de controversia tras la difusión de un video en el que una modelo posaba semidesnuda en el Centro Histórico, a plena luz del día y frente a decenas de transeúntes. El hecho ha generado un fuerte debate sobre los límites de la libertad de expresión, el respeto por el espacio público y la imagen de la ciudad.
El video que encendió la polémica
Cartagena de Indias, Centro Histórico, se alista para la Semana Santa. Foto:John Montaño/ EL TIEMPO
La grabación, que rápidamente se hizo viral en redes sociales, muestra a una mujer posando en ropa interior diminuta y dejando sus pechos al descubierto mientras es fotografiada en una de las calles más concurridas del Centro Histórico. Turistas y residentes fueron testigos de la escena, lo que provocó reacciones de asombro, indignación y rechazo.
No es la primera vez que ocurre un hecho similar. En febrero de este año, otra modelo fue captada caminando semidesnuda en una calle del ‘Corralito de Piedra’, desatando preocupaciones entre comerciantes, habitantes y visitantes. Para muchos, este tipo de actos afectan la convivencia y el respeto por un lugar que es considerado Patrimonio de la Humanidad.
¿Es legal el exhibicionismo en espacios públicos?
A pesar de las críticas y el malestar de algunos sectores de la ciudadanía, la legislación colombiana ya no sanciona este tipo de comportamientos. Antes del 2023, el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana establecía en su artículo 33 que estaba prohibido realizar actos sexuales o de exhibicionismo en lugares públicos cuando generaran molestias a la comunidad.
Sin embargo, la Corte Constitucional modificó esta norma en 2023, determinando que solo se podrá sancionar a una persona si la exposición de sus órganos genitales tiene la intención de generar acoso o violencia sexual. En otras palabras, el simple acto de mostrarse semidesnudo en la calle ya no es considerado una falta sancionable.
¿Qué opinan los ciudadanos?
Este nuevo episodio ha avivado el debate en Cartagena. Para algunos habitantes, este tipo de situaciones afectan la imagen de la ciudad y el respeto por sus espacios más icónicos. “Nos preocupa que esto se vuelva una tendencia. Cartagena es una ciudad turística, pero también un lugar de historia y cultura. No es el escenario para estas exhibiciones”, expresó Margarita Gómez, residente del Centro Histórico.
Otros, sin embargo, defienden la libertad de expresión y consideran que las reacciones son exageradas. “Si la ley ya no lo prohíbe, no veo el problema. Cada quien es libre de hacer lo que quiera con su cuerpo, siempre que no cause daño a otros”, comentó un joven en redes sociales.
El reto de mantener el orden sin vulnerar derechos
Las autoridades locales no han emitido declaraciones oficiales sobre este incidente, pero la polémica evidencia un desafío creciente para la administración distrital: encontrar un equilibrio entre el respeto por el espacio público, la promoción del turismo y la garantía de las libertades individuales.
Mientras tanto, los cartageneros continúan divididos entre quienes piden más control sobre estos actos y quienes defienden el derecho de las personas a expresarse libremente en el espacio público.
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documental Voces Silenciadas
Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
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