Recientemente, investigaciones de científicos de Texas A&M AgriLife Research desafiaron las concepciones tradicionales sobre la ingesta de folato, también conocido como vitamina B9. Este nutriente es vital para la formación de glóbulos rojos y el funcionamiento celular, siendo especialmente importante en etapas tempranas de la vida, como durante el embarazo. Sin embargo, el nuevo estudio reproducido por el medio Times of India sugiere que reducir la ingesta de folato en la edad adulta podría tener beneficios inesperados para la longevidad.
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El estudio, publicado en Life Science Alliance, evaluó cómo una dieta limitada en folato afectaba el metabolismo de modelos animales de mediana edad. Los resultados indicaron que los animales con ingesta reducida de folato mostraron una transición más eficiente entre el metabolismo de carbohidratos y grasas. Este hallazgo sugiere que una menor cantidad de folato podría estar relacionada con un mejor rendimiento metabólico y, potencialmente, con una mayor longevidad.
Beneficios metabólicos de la reducción del folato
Los investigadores observaron que los modelos femeninos con una dieta baja en folato podrían alternar entre la quema de carbohidratos y grasas de manera más eficiente en comparación con aquellos que mantenían una dieta rica en este nutriente. Este cambio metabólico es muy importante para mantener la energía y evitar problemas de salud relacionados con el envejecimiento, tales como la obesidad y la diabetes.
Además de los beneficios metabólicos, los modelos que consumían menos folato no mostraron signos de anemia ni efectos adversos en su salud. Esto es relevante, ya que una ingesta excesiva de folato fue asociada con ciertos problemas de salud, incluyendo un posible aumento en el riesgo de cáncer en algunos estudios. Por lo tanto, equilibrar la ingesta de folato podría ser una estrategia clave para promover un envejecimiento saludable.
El medio citado aclara que la ingesta recomendada de folato varía según la edad y las circunstancias. Para los adultos, se sugiere un consumo diario de aproximadamente 400 microgramos (mcg). Sin embargo, durante el embarazo, esta cifra se eleva a entre 400 y 1.000 mcg para prevenir defectos congénitos en el desarrollo fetal.
Con este escenario, es recomendable que usted consulte con un profesional de la salud antes de realizar cambios en su dieta. La personalización de la ingesta de nutrientes, teniendo en cuenta su edad y estado de salud, puede ser la clave para optimizar su bienestar y longevidad.