Recientemente, un estudio innovador destacó los potenciales beneficios de la cafeína, particularmente en la prevención de la parálisis cerebral en recién nacidos. Investigadores de la Universidad de California en San Francisco llevaron a cabo experimentos que sugieren que la administración de cafeína durante el embarazo y en neonatos podría ofrecer una protección significativa contra el daño cerebral causado por asfixia al nacer.
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Según el Dr. Emin Maltepe, neonatólogo principal del estudio, la cafeína puede estimular los centros respiratorios en bebés prematuros. Esto es importante porque muchos de estos recién nacidos enfrentan dificultades respiratorias tras el nacimiento. “La cafeína atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio”, sostuvo la Dra. Jana Mike, coautora del estudio, en US News.
Estos hallazgos sugieren que, en situaciones donde el suministro de oxígeno al feto se ve comprometido, la cafeína podría no solo ayudar a recuperar la respiración, sino también a mitigar daños cerebrales a largo plazo. Esto es especialmente relevante en contextos donde los tratamientos actuales son limitados o poco efectivos.
Estudio en ovejas y el modelo prometedor sobre la cafeína
En el estudio, 30 ovejas preñadas recibieron una dosis intravenosa de cafeína, equivalente a aproximadamente diez tazas de café. Posteriormente, tras inducir asfixia en los corderos, algunos recibieron dosis de cafeína durante los dos días siguientes, mientras que otros recibieron un placebo. Los resultados fueron contundentes: los corderos tratados mostraron niveles significativamente menores de inflamación y menos daño en las áreas cerebrales críticas.
Los animales que recibieron cafeína también demostraron un comportamiento más activo, lo que sugiere una recuperación más rápida y eficaz. Estos resultados no solo son alentadores para el campo de la neonatología, sino que también abren la puerta a nuevas investigaciones sobre el uso de la cafeína en contextos clínicos.
La investigación resalta una problemática alarmante: el 95 por ciento de los casos de parálisis cerebral se registran en países en desarrollo, donde los tratamientos existentes son a menudo ineficaces. Actualmente, el único tratamiento disponible para los recién nacidos afectados por falta de oxígeno es la hipotermia controlada, un método que demostró ser solo moderadamente eficaz.
La posibilidad de usar cafeína como un tratamiento accesible podría transformar el enfoque en el manejo de la parálisis cerebral, especialmente en regiones con recursos limitados. Maltepe subraya que este avance podría tener un impacto importante, ya que ofrece una solución viable y económica en entornos donde la necesidad es más urgente, remarcaron desde el citado portal.
Aunque los estudios en animales no siempre se traducen directamente a humanos, los investigadores están optimistas sobre la posibilidad de llevar a cabo ensayos clínicos en mujeres embarazadas y recién nacidos. “Estamos entusiasmados por el potencial que esto trae para prevenir discapacidades a largo plazo en bebés con asfixia al nacer”, concluye Maltepe.