Estos son los elementos que usted pone en el pesebre pero que no aparecen en la Biblia

Según lo que dice la tradición cristiana, el niño Jesús nació un 25 de diciembre en un pesebre ubicado en Belén, en el que se encontraban María, José y algunos animales, principalmente un burro y una mula.

La religión también comenta que los tres Reyes Magos del lejano Oriente se hicieron presentes para recibir al bebé, luego de ser guiados hasta el lugar exacto del nacimiento por una estrella.

Esa es la historia que año tras año ha sido contada como el origen de la Navidad, esto de acuerdo con los relatos que están escritos en la Biblia. A pesar de que esta es la creencia universal que muchas personas han optado por tomar como el momento en que surgió esta celebración, historiadores aseguran que no es así.

Según los expertos, la llegada de Jesucristo al mundo no sucedió exactamente de la misma manera en que está escrito en los relatos bíblicos. En estos momentos que se acercan las festividades decembrinas, se vuelve a hacer hincapié en algunos detalles de los verdaderos sucesos.

Elementos de la Navidad que no aparecen en la Biblia 

Los expertos en Ciencias Sociales de la Universidad Edge Hill aseguran que algunos de los detalles que estuvieron presentes en el nacimiento de Jesús no aparecen en los relatos de la tradición cristiana.

En la historia que se suele contar sobre la noche buena, se dice que María y José viajaron montados sobre un burro hacía Belén. Sin embargo, la Biblia no menciona ningún burro. “El relato no nos dice cómo viajaron, y montar un burro estando muy embarazada probablemente habría sido profundamente incómodo”, asegura el profesor Greenough.

La Biblia menciona a los Reyes Magos como aquellos que fueron guiados hasta Jesús por la estrella. Sin embargo, nunca menciona que específicamente fueran únicamente tres. El historiador dice: “sabemos que había tres regalos: oro, incienso y mirra, pero la Biblia no da el número de magos que los presentaron".

Es así como se demuestra que la historia de la Navidad ha evolucionado y cambiado durante el pasar de los siglos, de manera que se han incorporado nuevos símbolos y figuras a la historia sin estar documentados directamente en los relatos bíblicos, con la intención de mantener viva la tradición.

ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL 

EL TIEMPO

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