Walgreens, una de las cadenas de farmacias más grandes de Estados Unidos, anunció el cierre de 1.200 de sus sucursales en los próximos tres años. Este movimiento, que afectará profundamente a miles de clientes habituales, forma parte de un plan para estabilizar un negocio que sufrió pérdidas considerables. La cadena busca reajustar su estrategia en medio de un panorama financiero desafiante, en el que enfrentan no solo el aumento de los costos operativos, sino también la competencia de gigantes minoristas como Amazon, Walmart y Target.
Conforme a los criterios de
Según FOX 13, Walgreens, que actualmente opera alrededor de 8.500 tiendas en Estados Unidos, cerrará aproximadamente 500 de ellas este año. Este cierre es solo el comienzo de una serie de recortes que se extenderán durante los próximos tres años. Las tiendas afectadas estarán exclusivamente dentro de Estados Unidos, pero la compañía aún no reveló las ubicaciones exactas de las sucursales que serán clausuradas. El objetivo de estos cierres es mejorar las ganancias ajustadas y el flujo de efectivo libre, permitiendo a la empresa concentrarse en optimizar su red de tiendas y mejorar su viabilidad financiera.
Este anuncio llega después de una pérdida de millones de dólares en el último trimestre de 2024, una cifra que encendió las alarmas dentro de la empresa. Las ventas minoristas y de las farmacias en Estados Unidos mostraron un desempeño inferior al esperado.
Un panorama competitivo y dificultades en el sector farmacéutico de Estados Unidos
Walgreens, al igual que sus competidores, enfrentó una reducción en los reembolsos por los medicamentos que vende, lo que impactó negativamente en sus márgenes de ganancia. Además, las crecientes inversiones necesarias para mantener sus tiendas operativas agregaron presión a la compañía.
La competencia aumentó considerablemente, especialmente con la incursión de minoristas en línea como Amazon, que revolucionó la forma en que los consumidores adquieren medicamentos y productos de salud. También tuvieron que enfrentarse a CVS Health, que está cerrando 900 tiendas en su propio esfuerzo por optimizar sus operaciones, y a Rite Aid, que ha reducido significativamente su número de sucursales tras una reciente reorganización por bancarrota.
Según explica el medio citado, la empresa, ahora bajo la dirección de su nuevo director ejecutivo, Tim Wentworth, está implementando un plan de recuperación que incluye no solo el cierre de tiendas, sino también la revisión de su negocio de atención médica en Estados Unidos. Walgreens redujo sus ambiciones de agregar clínicas de atención primaria en sus tiendas, después de que un esfuerzo agresivo bajo la anterior dirección no produjera los resultados esperados.
Además, la cadena tomó la difícil decisión de recortar el dividendo que paga a sus accionistas para liberar efectivo y reinvertirlo en el crecimiento del negocio. Para muchos clientes, la noticia de que Walgreens cerrará sus puertas en determinadas áreas es lamentable. Estas farmacias no solo son un lugar para comprar medicamentos, sino también un punto de acceso vital a productos esenciales y atención médica básica.