El cáncer de piel es una de las formas más comunes de cáncer, pero también es una de las más prevenibles. Según los dermatólogos, adoptar un hábito diario fundamental puede ser la clave para reducir su riesgo de desarrollar esta enfermedad.
La importancia de la protección diaria contra el sol
La radiación UV proveniente del sol es invisible y dañina, y no solo afecta durante los días soleados. Según la Skin Cancer Foundation, los daños solares pueden ocurrir incluso cuando las nubes cubren el cielo o cuando está dentro de un vehículo, ya que pueden atravesar el vidrio.
Además, estos rayos se reflejan en superficies como el agua, la arena y la nieve, lo que aumenta la exposición. El daño acumulado a lo largo de los años, incluso durante actividades cotidianas como caminar hacia el coche o salir a hacer recados, puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
El hábito diario clave para proteger su piel contra el cáncer es el uso constante de protector solar. Los dermatólogos recomiendan aplicar un protector solar de amplio espectro (que proteja contra los rayos UVA y UVB) con un SPF de 15 o superior todos los días. Este paso debe hacerse incluso si no planea pasar mucho tiempo al aire libre.
Para actividades al aire libre más prolongadas, como caminar o practicar deportes, se debe optar por un protector solar con SPF 30 o superior, preferiblemente resistente al agua.
La aplicación correcta es esencial: debe usar aproximadamente una onza (dos cucharadas) de protector solar para cubrir todo el cuerpo, aplicarlo 30 minutos antes de salir al sol y volver a aplicarlo cada dos horas, o después de nadar o sudar en exceso.