Estas son las señales de que sus padres son emocionalmente inmaduros, según un experto

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Crecer en una familia con padres inmaduros emocionalmente puede generar muchos problemas relacionales, más allá de que no se trate de casos extremos en donde hay abusos físicos o situaciones más extremas de negligencia. En ese sentido, existen algunas señales a las que se debe prestar atención.

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Sólo están presentes de forma práctica: aunque un padre emocionalmente inmaduro pueda haber pagado la universidad, cuidado de un hijo enfermo o haberse asegurado que nunca la falte comida, esto no elimina su falta de conexión emocional. "Crecer es mucho más que cubrir las necesidades físicas", señaló Gibson.
Están más interesados en sí mismos que en sus hijos: los padres emocionalmente inmaduros tienden a ser egocéntricos. Gibson explicó que suelen redirigir las conversaciones hacia ellos mismos o hablar incesantemente sin mostrar interés en las inquietudes de los demás. "Una persona emocionalmente madura considera los derechos y sentimientos de los demás", afirmó. Los hijos de estos padres reciben el mensaje de que sus intereses no importan, lo que puede llevarlos a relaciones unilaterales en la adultez.
No se disculpan ni intentan mejorar: debido a su falta de receptividad hacia otras perspectivas, estos padres rara vez piden disculpas o asumen responsabilidades. Carecen de momentos de reflexión tras un conflicto, perpetuando los mismos patrones de discusión.
Son populares con otras personas: a pesar de sus comportamientos, estos padres pueden ser socialmente hábiles y bien vistos por los demás. Un ejemplo común es el padre "divertido," que juega con sus hijos pero se retrae cuando se expresan emociones profundas. Esto refuerza la idea de que la vulnerabilidad no es aceptada.
No pueden empatizar contigo: para estos padres, los hijos son más una extensión de ellos mismos que individuos. Por ejemplo, un padre crítico y obsesionado con el éxito podría ignorar que su hijo no disfruta las actividades extracurriculares que eligió para él. En desacuerdos, los puntos de vista de estos padres son siempre correctos, incluso si son claramente erróneos.

Los padres egocéntricos pueden generar trastornos de por vida en sus hijos.

Los efectos negativos en la vida que producen los padres inmaduros emocionalmente

De acuerdo al informe de Business Insider, crecer con un padre emocionalmente inmaduro puede ser suficiente para generar sentimientos de soledad, ansiedad o invisibilidad en los hijos, que pueden persistir en la adultez y padecerse a lo largo de la vida.

Frecuentemente etiquetados como "narcisistas," esta clase de personas producen una crianza negativa para sus hijos que pueden tener efectos profundamente negativos durante todas sus vidas, valiéndoles años de terapia para superar las angustias que generan.

"Puedes tener ropa bonita, puedes tener comida en abundancia", señaló Gibson, "pero, por dentro, probablemente tendrás una sensación de soledad emocional y de que algo no está del todo bien, lo que afecta tu sentido de pertenencia", para explicar lo negativo que puede ser para los hijos que sus padres sean inmaduros emocionalmente.

La falta de apoyo emocional puede llevar a que los hijos sientan que deben esforzarse para obtener atención o conformarse con lo mínimo en sus relaciones futuras. "Es crucial que los padres brinden conexión emocional y empatía", concluyó Gibson.