'Están flacos, deshidratados y quemados por el sol', habla madre de uno de los dos pescadores de Cartagena que sobrevivieron 12 días perdidos en altamar

hace 3 meses 32

Los encontraron muy flacos, perdieron más de 10 kilos esos muchachos, también están quemados, y deshidratados… pero gracias a Dios están con vida”, relata Antonia Gales, madre de Jhonny Palamino Geles, uno de los dos pescadores de Cartagena que sobrevivieron a la deriva en el mar Caribe durante 12 días.

Jhonny Palamino Geles y Alejandro Torrealba Silva habían salido el primero de enero pasado del corregimiento de Barú, en zona insular de Cartagena de Indias para una faena rutinaria, según le habían advertido a sus familiares, cerca de islas del Rosario. Pero no regresaron.

“Nosotros vivimos en el pueblo de Barú, en la isla de Barú, después de Santana; pero mi hijo vive con su mujer y sus niñas en Islagrande. Ese primero de enero llegaron en la lancha para traer unos turistas y después les dio dizque por irse a pescar… yo sí le dije, le advertí, cuidado mijo que el mar está alborotado, pero el me respondió que necesitaban ir a pescar para llevar el plato a la mesa y a ver si les quedaba algo para vender, sobre todo, querían sacar camarones y langosta, que tanto les gustan a los turistas que por esos días habían llegado a las islas”, agrega la mujer, que llora pero de la felicidad al saber que el mar no le arrebató a su hijo más amado.

Jhonny Palamino Geles es padre de familia de dos niñas (una de 9 y otra de 6 años), además, su pareja tiene 6 meses de embarazo. Alejandro Torrealba Silva, migrante venezolano, tiene un hijo en Caracas y vive con una cartagenera en Islagrande.

Ambos hombres y sus familias cuidan una casa en islagrande y viven de la pesca y el turismo.

Desde aquel primero de enero en que su hijo se fue a pescar, según ella, en medio de la terquedad y de un cielo gris que amenazaba aguacero, solo volvió a saber de él la tarde de ayer, 13 de enero, cuando recibió una llamada a su celular de un número privado. Al otro lado del teléfono, y en medio de una comunicación difusa y cortante, una voz masculina le informó que la llamaban desde la guardia naval de Panamá para informarle que su hijo y su compañero de pesca habían sido rescatados la tarde anterior.

“Le di gracias a Dios porque escuchó mis oraciones y la cadena de oración en que los teníamos con la familia y vecinos… ¿usted sabe lo que es sobrevivir allá afuera, con ese mar, con ese viento con ese tiempo cómo estuvo a inicios de año? Esto es un milagro”, relata la mujer vía teléfono.

A través de una videollamada los dos sobrevivientes pudieron hablar con sus familias en la Cartagena insular.

“Los tienen en hospital o centro de atención de la armada de Panamá, los hidrataron y los tienen en reposo y cuidados médicos”, agrega la mujer el diálogo con EL TIEMPO.

Los náufragos sobrevivientes relataron a sus familiares que el único motor de la lancha se les apagó en medio de la faena y fueron arrastrados mar adentro por la furia del mar y la fuerza de los vientos.

Sobrevivieron comiendo algas y bebiendo sus propias orinas, pero no tuvieron como afrontar la furia de la canícula. Sortearon al menos tres tormentas eléctricas en medio de la furia y la inmensidad del mar, y enfrentaron fuertes vientos que los arrastraron mar adentro lejos de su hogar.

Fueron rescatados por una nave mercante en aguas de Panamá donde a esta hora les prestan atención médica, en Barú los esperan con una gran fietas para celebrar el regreso a la vida, el próximo fin e semana 

Para Antonia Gales y toda la población de Barú esto es un milagro proque los pescadores que se traga el mar jámás los regresa; así pasó el año pasado con un pescador solitario que salió a una faena y nunca regresó. 

Además, te invitamos a ver nuestro 
documental Voces Silenciadas 

‘Explotación sexual en Cartagena, Voces silenciadas’, es un documental de la periodista Jineth Bedoya que retrata la realidad de centenares de niñas y mujeres, que caen en las redes de las mafias para ser explotadas y vendidas, pero también el esfuerzo indeclinable de organizaciones y autoridades civiles y policiales, para enfrentar a este monstruo de siete cabezas.

Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:

JOHN MONTAÑO 

Corresponsal de EL TIEMPO

Cartagena

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