Estados Unidos afirmó el lunes que quiere que la guerra entre Israel y Hezbolá termine "lo antes posible" y reclamó que se aplique una resolución de la ONU que obligaría al grupo armado a retirarse del sur de Líbano.
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El enviado estadounidense Amos Hochstein mantuvo conversaciones en la capital de Líbano con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, aliado de Hezbolá, en un esfuerzo por poner fin a una guerra que desde hace casi un mes ha dejado más de 1.470 muertos en Líbano.
"Vincular el futuro de Líbano a otros conflictos en la región no era ni es de interés para el pueblo libanés", dijo Hochstein, refiriéndose a una demanda de Hezbolá de que cualquier alto el fuego en Líbano esté vinculado al fin de la guerra en la Franja de Gaza.
Hochstein también aseguró que si bien la resolución 1701 de la ONU, que puso fin a la guerra entre Israel y Hezbolá en 2006, debería ser la base para un nuevo alto el fuego, las partes no han hecho lo suficiente para implementarla.
Vincular el futuro de Líbano a otros conflictos en la región no era ni es de interés para el pueblo libanés
Según la resolución 1701, solo el ejército libanés y la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, la Finul, pueden desplegarse en las zonas al sur del río libanés Litani, cerca de la frontera israelí.
A pesar de esa resolución, Hezbolá sigue presente en el sur de Líbano y en octubre del año pasado comenzó a lanzar ataques transfronterizos contra Israel, en apoyo de su aliado palestino Hamás.
"El compromiso que tenemos es resolver este conflicto en base a la 1701", dijo Hochstein a los periodistas. "Pero debemos ser honestos, nadie hizo nada para implementarla", agregó. Por eso acatar la resolución "no es suficiente" y las partes en conflicto tendrán que aceptar nuevos compromisos.
La semana pasada, el Primer ministro Najib Mikati dijo a Afp que su gobierno estaba listo para reforzar la presencia del ejército en el sur del Líbano si hay un alto el fuego. Hezbolá, respaldado por Irán, fue el único grupo armado que se negó a desarmarse después de la guerra civil de 1975-1990, y ha mantenido un enorme arsenal en un país asolado por las divisiones políticas y con un ejército débil.
Bombardeos contra una institución financiera vinculada a Hezbolá
Los enfrentamientos a ambos lados de la frontera libanesa comenzaron después del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes y que incluye los rehenes que murieron en cautiverio en Gaza.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque, 97 permanecen cautivas en Gaza, de las que 34 fueron declaradas muertas por el ejército.
De las 251 personas secuestradas durante el ataque, 97 permanecen cautivas en Gaza, de las que 34 fueron declaradas muertas por el ejército
El ataque desencadenó la guerra en Gaza que ha matado a 42.603 personas, en su mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud en el territorio dirigido por Hamás, unas cifras que la ONU considera confiables.
En septiembre, Israel expandió el conflicto a Líbano, prometiendo luchar contra Hezbolá hasta que asegure su frontera norte para que decenas de miles de israelíes desplazados por los ataques transfronterizos puedan regresar a sus hogares.
Pero Hezbolá se ha comprometido a mantener su lucha contra Israel hasta que se alcance un alto el fuego en Gaza.
El lunes el grupo anunció nuevos ataques contra las tropas israelíes y la agencia oficial de noticias (Ani) anunció enfrentamientos al tiempo que el ejército israelí "intenta avanzar".
Por su parte Israel bombardeó el lunes sucursales de la organización financiera Al Qard Al Hasan, vinculada a Hezbolá, a la que acusa de financiar el armamento del grupo.
Los ataques israelíes alcanzaron sedes de Al Qard Al Hassan en las ciudades de Nabatieh y Tiro, según Ani Estos ataques muestran que el ejército israelí, en guerra abierta contra Hezbolá desde hace casi un mes, busca socavar las capacidades del grupo para financiarse.
Tras haber debilitado al movimiento islamista palestino Hamás en Gaza, Israel desplazó el grueso de sus operaciones en Líbano, con el objetivo de permitir que unos 60.000 israelíes desplazados por los disparos de proyectiles del grupo chiita puedan volver a sus casas.
En el norte de a Franja de Gaza, la Defensa Civil afirmó que un bombardeo israelí contra una zona residencial mató a 73 palestinos el sábado por la noche en Beit Lahia.
Israel ha lanzado una importante campaña aérea y terrestre en el norte del enclave palestino el 6 de octubre, con el objetivo, según su ejército, de evitar que los combatientes de Hamás se reagrupen.
Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, al menos 400.000 personas están atrapadas en el norte del territorio palestino.