En el mundo actual, es común que las personas experimenten niveles altos de ansiedad y estrés. Aproximadamente el 80 por ciento de los trabajadores estadounidenses reportan sentir estrés en su entorno laboral, y más del 75 por ciento indica que este estrés les provoca problemas físicos como dolores de cabeza y fatiga.
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Ante este panorama, el medio especializado INC explica que es vital encontrar métodos efectivos y accesibles para manejar la ansiedad. Una de las técnicas más prometedoras es el suspiro fisiológico. También conocido como respiración cíclica, es una técnica de respiración que puede ayudar a reducir instantáneamente los niveles de estrés.
Esta técnica se basa en un comportamiento instintivo: cuando está estresado, su frecuencia respiratoria aumenta y las inhalaciones se vuelven más superficiales. Esto puede llevar al colapso de algunos alvéolos en los pulmones, aumentando así los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la sangre, lo que contribuye a sensaciones de ansiedad.
Cómo realizar el suspiro fisiológico para calmar la ansiedad
Para llevar a cabo el suspiro fisiológico, siga estos pasos, según detallan los expertos al portal citado.
- Inhale profundamente por la nariz.
- Pause y realice una segunda inhalación corta, que puede ser por la nariz o la boca.
- Exhale lentamente por la boca.
Esta segunda inhalación es importante, ya que ayuda a reinflar los alvéolos colapsados y maximiza la superficie pulmonar. Como resultado, se elimina el CO2 de manera más eficiente, lo que envía señales al cerebro para reducir la frecuencia cardíaca.
Un estudio reciente publicado en Cell Reports Medicine reveló que solo cinco minutos de suspiros fisiológicos al día pueden ser más efectivos para reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo que otras técnicas como la meditación de atención plena. Los participantes que incorporaron esta técnica mostraron una notable disminución en la "ansiedad estado", es decir, en momentos temporales de estrés, y un incremento en su afecto positivo.
Los investigadores afirman que los ejercicios de respiración, como el suspiro fisiológico, proporcionan un sentido de control sobre la propia fisiología. Esta sensación de control es fundamental, ya que la pérdida de control es una característica común de la ansiedad.
Si se siente abrumado por el estrés, intente realizar un suspiro fisiológico. Inhale una vez, pause, inhale nuevamente con fuerza y exhale profundamente. Esto no solo ayuda a eliminar el CO2, sino que también puede inducir un estado de calma. Además, dedique cinco minutos al día a practicar esta técnica. A medida que se acostumbra a ella, notará una disminución en sus niveles de estrés.