Las Islas Galápagos son un lugar en el que habitan muchas de las especies únicas en el mundo, de las cuales muchas se ven constantemente amenazadas. Una de ellas es la extraña iguana rosada, que actualmente se encuentra al borde de la extinción.
Según el Parque Nacional Galápagos (PNG), este animal es uno de los más vulnerables dentro del archipiélago y en el 2021 un grupo de expertos encontraron 211 individuos de este grupo en el lugar que fueron encontradas en la Isla Isabela, una de las más grandes en la zona.
Las iguanas rosadas habitan en las cercanías del volcán Wolf. Foto:Efe
“En el censo fueron localizadas y capturadas (de manera momentánea) 53 iguanas, el 94 por ciento de las cuales habita por sobre los 1.500 metros sobre el nivel del mar”, señaló la entidad en un comunicado oficial.
Además, agregaron que en el volcán Wolf, la zona específica en la que fueron encontradas la mayor parte de iguanas, fueron colocadas algunas cámaras trampa específicamente para estudiar el comportamiento del animal y así documentar cada una de las amenazas que enfrentan en su día a día.
Esta especie fue descubierta en el año 2009 y se caracteriza por su color rosado distintivo, su población es muy pequeña y se encuentra en un estado de peligro debido a las diferentes amenazas, la pérdida de hábitat y otros factores ambientales.
El nombre científico es ‘Conolophus marthae’ y viven únicamente en la zona de 25 kilómetros cuadrados de Galápagos, la provincia insular que forma parte del Patrimonio Natural de la Humanidad. Previo al censo realizado en un inicio, algunos monitoreos podrían sugerir que existen al menos unos 350 ejemplares del animal.
El distintivo color rosado se debe a que en las áreas que son de este tono, la piel es muy delgada y los vasos sanguíneos se encuentran demasiado cercanos a la superficie. Esto hace que el color rojo de la sangre se vea a través de la piel y es lo que contribuye al rosado de su cuerpo.
Algunos científicos y expertos trabajan constantemente para proteger a esta iguana y asegurar su supervivencia a través de algunos programas de conservación del ecosistema. Esta especie es un símbolo de la fragilidad de la biodiversidad y un recordatorio de la gran importancia de proteger dichos ecosistemas.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO