¿Está el diálogo tripartito en cuidados intensivos en pleno debate de la reforma laboral?

Las relaciones entre el Gobierno, los empresarios y los sindicatos parecen estar más tensas que nunca. A pesar de que el Ministerio de Trabajo que lidera Gloria Inés Ramírez prometió fortalecer el diálogo social tripartito para mejorar las condiciones de los trabajadores, el sector privado denuncia que no ha sido así. Incluso, el problema ya se ha escalado hasta la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Por lo general, el diálogo entre el Gobierno y sus dos interlocutores sociales, es decir las organizaciones de los empleadores lideradas por gremios como la Andi (industriales), Fenalco (comerciantes) y la SAC (agricultores) y de los trabajadores con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a la cabeza, busca promover los consensos en el mundo del trabajo y más en medio de la discusión de una reforma laboral.

Las consultas tripartistas son tan importantes que hasta en el artículo 56 de la Constitución se indica que en el país debe haber una comisión permanente que se encargue de concertar las políticas salariales y laborales.

Sin embargo, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, denuncia que el diálogo tripartito actual no está funcionado. “Es sorprendente que se estén ignorando todas las normas del tripartismo. El Ministerio olvidó que existe la obligación constitucional de tratar de buscar una concertación”, alertó.

Adicional a ello, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, dijo en el congreso de Asocajas que se celebró la semana pasada, que cada vez hay más distancia entre las partes. "La ministra ya no me contesta el teléfono”, indicó. 

Los empresarios reclaman que el Gobierno radicó la actual reforma laboral sin ningún tipo de concertación pues la última mesa tripartita realizada fue en febrero del 2023. Además, aseguran que esta no ataca dos de los grandes flagelos del mercado laboral: el desempleo y la informalidad. Igualmente, que sus costos laborales se verán incrementados, lo que afectaría la competitividad y por ende el empleo.

Hay que recordar que el Ejecutivo presentó una primera reforma que se hundió el año pasado por falta de quórum y en la siguiente legislatura -en agosto del 2023- la volvió a radicar ante la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes.

Por tanto, pese a que se reunieron para la primera dicen que no hubo tal diálogo para el segundo texto y si bien la última convocatoria que se hizo a la Comisión de Concertación fue en febrero de este año esta no fue para hablar de la reforma sino para hacer un seguimiento al plan de acción laboral de la Ocde.

Por otra parte, tampoco se han convocado las subcomisiones de la comisión de concertación para discutir temas como equidad de género, migración laboral, empleo, formalización laboral y derechos humanos, entre otros.

La solicitud ante la OIT

Esta problemática ha escalado más allá de Colombia pues la Organización Internacional de Empleadores (OIE), la cual representa los intereses del empresariado en este tipo de debates, le mandó una carta a la OIT en la que expresa su “profunda preocupación” por el actuar del Gobierno.

“Esta situación nos enfrenta a un temor fundado de que el Gobierno apruebe reformas que no cuentan con las perspectivas de empleadores y trabajadores y que no están enfocadas en abordar las principales problemáticas del mercado laboral”, asegura la misiva que firma su secretario general Roberto Suárez Santos.

En la carta se indica que durante los dos últimos años se han presentado ante el Congreso dos proyectos de reforma laboral, otros dos para cambiar el sistema público de la salud (que cubre a todos los trabajadores formales) y fue aprobada una modificación estructural al sistema pensional, sin que se haya desarrollado alguno de los mecanismos constitucionales de diálogo social tripartito.

“Si bien el Ministerio del Trabajo realizó consultas a inicios del 2023 sobre un texto de reforma laboral que fue archivado por el Congreso, posteriormente, en agosto del mismo año el Gobierno radicó un nuevo proyecto del cual no se ha realizado ningún tipo de consulta tripartita”, sentencia la OEA.

Ante esta situación, la organización solicita que se le exija al Gobierno con la mayor prontitud que restablezca los procesos de diálogo social conforme a las obligaciones contraídas internacionalmente en el marco del Convenio 144 de manera que no se violente el Convenio 87 de la OIT.

¿Qué dice la otra parte?

Tanto del lado del Gobierno como de los sindicatos afirman que el diálogo social tripartito sí se está cumpliendo y que los empresarios han hecho parte de las conversaciones que ayudaron a armar el articulado del proyecto desde el inicio.

La ministra Ramírez le dijo a este medio que con el fin de garantizar la participación de todos los sectores del mundo del trabajo se crearon desde el principio espacios de participación para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo, cuyos insumos y propuestas fueron tomados en consideración para elaborar la reforma laboral.

“Se recibieron cerca de 3.000 propuestas por parte de la ciudadanía para la elaboración del proyecto. Además, se realizaron 92 reuniones en el marco de las 30 Subcomisiones Departamentales de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, entre el 15 de enero y el 3 de febrero de 2023. En estos espacios se recogieron 1.020 propuestas a nivel nacional en torno a los 10 ejes y prioridades de la reforma laboral”, afirmó.

Por su parte, Fabio Arias, presidente de la CUT, respondió que sí cree que se ha dado un diálogo tripartito oportuno y que si para el segundo texto no se han reunido es porque, en esencia, era igual que el primero.

“No ha habido acuerdo entre las partes, pero diálogo sí ha existido en todo momento. Los empresarios sí se han sentado a discutir”, aseveró el sindicalista.

Adicional a ello, añadió que esta coyuntura dista de la vivida por ellos años atrás. “¿Cuándo discutimos nosotros las leyes con Uribe (Álvaro). Nunca llevaron los temas a la mesa, solo cuando ya estaba consumado el hecho en el Congreso”, sentenció.