“La red social X es una plataforma tóxica y su propietario, Elon Musk, ha podido utilizar su influencia para dar forma a su discurso político”.
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Con esos argumentos, el influyente periódico británico The Guardian anunció este miércoles que no compartirá más su contenido en esa red, donde tenía unos 27 millones de seguidores, y que invertirá esos recursos para hacer periodismo en otros rincones de internet.
El anuncio supone un nuevo quiebre de los medios con la red que adquirió Musk, uno de los hombres más ricos del mundo, por 44.000 millones de dólares en 2022.
Musk ha acusado a la prensa tradicional por desinformar y ha convertido a X en su “altavoz” para publicar comentarios de toda índole, desde asuntos relacionados con su empresa hasta para opinar sobre política.
De hecho, durante la campaña presidencial de Estados Unidos se convirtió en un férreo defensor de Donald Trump e hizo eco de todo tipo de publicaciones respaldando al republicano. Incluso, hasta llegó a compartir una imagen falsa generada con inteligencia artificial de Kamala Harris vistiendo un uniforme rojo con logos comunistas.
Por su parte, el diario británico, asegura que los contenidos de X ahora incluyen “contenidos con teorías de conspiración de extrema derecha y racismo” que considera nocivos para sus lectores.
Ya el año pasado, los medios estadounidenses NPR y PBS -que juntos sumaban unos 10 millones de seguidores- también habían tomado la decisión de no publicar más en la red, antes conocida como Twitter, por desacuerdos en algunas políticas que introdujo la compañía.
“No creo que esta sea una decisión sorprendente y sospecho que veremos a muchos otros periodistas, figuras políticas e individuos abandonar X cuando Musk se una formalmente a la administración Trump en enero”, le explicó a este diario Katie Gaddini, profesora de Sociología de University College London y hoy en labores académicas para la Universidad de Stanford.
Pero, ¿qué hay detrás de esta pelea con Musk y la prensa tradicional? En las siguientes tres claves se lo explicamos.
¿Por qué The Guardian dejó X?
Además de considerar que la plataforma se ha vuelto “tóxica”, el diario británico cree que el papel de X “socava el trabajo” que hacen los periodistas de The Guardian.
A través de un artículo en su página web, dejaron ver sus preocupaciones porque Musk se autoproclamó un “absolutista de la libertad de expresión”. De hecho, mencionan que el magnate restableció cuentas que en el pasado estuvieron baneadas, incluidas las del teórico de la conspiración Alex Jones, el influenciador misógino Andrew Tate y el activista británico de extrema derecha Tommy Robinson.
"Afortunadamente podemos hacer esto porque nuestro modelo de negocio no depende de contenido viral adaptado a los caprichos de los gigantes algoritmos de las redes sociales, sino que estamos financiados directamente por nuestros lectores", agregan.
The Guardian, además, aclaró que se trata de una decisión que viene meditando desde hace meses. En total, este medio tenía una docena de cuentas asociadas a su marca principal, cuya cuenta más seguida tenía casi 11 millones de usuarios.
¿Por qué otros medios y cuentas oficiales dejaron de publicar también en X?
En 2023, los primeros medios en dejar de publicar definitivamente de esta red social fueron NPR -el servicio radial de Estados Unidos- y, poco después, PBS, la red de televisión pública de ese mismo país.
La razón vino luego de que X, ya al comando de Musk, decidió etiquetar como “medios estatales” en la red a ambas cuentas, una categoría que estaba reservada para los medios de propaganda de países como Rusia, China y otros países autocráticos.
La razón, para la plataforma, era que ambas recibían dinero público para sostener su operación informativa, lo que entre líneas quería decir que, para Musk, NPR y PBS tenían una línea editorial sesgada que favorecía al gobierno.
Sin embargo, NPR consideró el argumento “inexacto” y “engañoso”, “dado que NPR es una iniciativa sin ánimo de lucro privado con una línea editorial independiente. Hemos recibido menos de 1 por ciento de financiación de la Corporación para la Radiodifusión Pública, financiada con fondos federales”.
They are a laboriously vile propaganda machine
— Elon Musk (@elonmusk) November 13, 2024Una situación similar ocurrió con PBS, que es financiada en su mayoría por la audiencia e iniciativas filantrópicas, además de recibir una pequeña parte de entidades afiliadas al gobierno.
Además de estos otros dos medios, The Guardian recordó que en las últimas semanas otras instituciones han dejado de publicar en la plataforma.
“Este mes, el festival de cine de Berlín dijo que abandonaría X, sin citar una razón oficial, mientras que el mes pasado, la policía del norte de Gales dijo que había dejado de usar X porque ‘ya no era consistente con nuestros valores’. En agosto, el hospital ortopédico Royal National dijo que abandonaría X, citando un ‘mayor volumen de discursos de odio y comentarios abusivos’ en la plataforma”, acotaron.
¿Qué hay detrás de las intenciones de Elon Musk?
Calificado como una decisión “irrelevante” y como una "máquina de propaganda", Musk le restó importancia al anuncio de The Guardian.
Y es que desde que Trump ganó las elecciones, el también dueño de Tesla y Space X ha venido posicionando su plataforma como un espacio en el que se “respeta la libertad de expresión”.
De hecho, en varias de sus publicaciones ha dicho que la prensa mainstream (tradicional) promueve el discurso “woke”, un complejo término para referirse en inglés a las personas que suelen ser conscientes sobre asuntos sociales y de justicia racial.
Sin embargo, tanto Musk como Donald Trump y sus simpatizantes suelen utilizar el término “virus woke” para referirse peyorativamente a esta corriente. “Para sus críticos es una corrección política llevada al extremo, que atenta contra la libertad de expresión y los valores tradicionales estadounidenses”, como explica el diario británico BBC.
Desde que Elon Musk se hizo cargo de X, la plataforma se ha convertido en un infierno de odio y desinformación, gran parte de la cual procede del propio Musk
En ese sentido, el dueño de X ha querido que su red se convierta en una suerte de “bastión” de la libertad de expresión.
Sin embargo, algunos expertos creen que está ocurriendo todo lo contrario.
“Desde que Elon Musk se hizo cargo de X, la plataforma se ha convertido en un infierno de odio y desinformación, gran parte de la cual procede del propio Musk”, le dijo Imran Ahmed, director del Centro para la lucha contra el odio digital (CCDH, por sus siglas en inglés), a la cadena alemana DW.
Por su parte, el columnista Trevor Trimm dijo: “(Musk) ha construido un sistema que es exactamente lo contrario de lo que defiende, más arbitrario y opaco que el viejo Twitter que criticaba implacablemente – o Facebook o Instagram o cualquier otra plataforma de redes sociales, en todo caso. Y usa su poder para tomar represalias contra sus críticos”.
CARLOS JOSÉ REYES - SUBEDITOR INTERNACIONAL - EL TIEMPO