'Es un lujo trabajar en nuestra salud mental': Katherine Porto y las herramientas que comparte en su último libro

hace 5 horas 32

Las 'Microdosis de amor propio', además del título del libro de Katherine Porto, fueron el antídoto que necesitó la actriz y presentadora para encontrar sentido a su vida, cuando las cámaras y las novelas dejaron de llenarle el alma. 

Ahora esta cartagenera comparte lo que para ella fue el remedio perfecto, en un libro, que presentará en la FILBo el próximo 3 de mayo, a las 5:30 p. m., en el Gran Salón B. 

Porto reconoce que no para todo el mundo es fácil avanzar y alcanzar su máximo potencial. Por ello, 'Microdosis de amor propio', más que una fórmula mágica, cuenta lo que le ha funcionado a la artistas. 

Este fue el proceso personal que vivió Katherine, su perspectiva de vida frente a la vida y algunos de los temas que la apasionan con respecto a la espiritualidad. 

¿Cómo fue pasar de las cámaras y los estudios a escribir?

Siempre he creído que uno puede hacer de todo y no tenemos que ser una sola cosa. Lo digo en mi libro, a veces se nos olvida que tenemos la capacidad de ser seres multidimensionales, que podemos hacer lo que soñemos, si le metemos empeño, dedicación y si hay pasión y acción.

El el gusanito de la escritura siempre estuvo ahí. Estudié comunicación social y periodismo. La actuación llegó a mi vida como un regalo. No me lo estaba esperando, no estaba en mis planes y me enamoré de la actuación porque me divertía mucho meterme en otros personajes y contar historias con mi cuerpo. 

Ahora quiero retribuir la conexión que tengo con el público de otra forma. Este libro es de introspección, de trabajo interno, de auto conocimiento. Abrí mi corazón, mis heridas y comparto muchas cosas que me han ayudado a ser quien soy. Es para todo aquel que no me conozca y para todo aquel que está en un momento en el que ve que la vida es una mierda o que desea encontrar el amor propio. 

¿Tiene algún ritual para escribir?

Para los que quieran escribir, si toca que se inventen su propio ritual. Yo ritualizo todo y me encanta. Incluso en el libro tengo una parte donde digo: "Ritualicemos, por favor, los momentos, la vida". Primero adapté una parte de mi habitación, que siento que es mi hogarcito. Puse frente a la ventana un escritorio, para ver a las plantas, las mariposas y a mis gatos. Encendía una vela, ponía un playlist.

En primer lugar, puse música de enfoque y luego pasé a Billie Eilish, para encontrar en mi otros detalles. Siempre le digo a Arcángel Gabriel que es el encargado de las comunicaciones, de las artes, el de las buenas noticias: "por favor, escribe a través de mí, guíame".

¿Hay algo del libro que le hubiese gustado guardar para usted?

Lloré mientras escribía varios capítulos. Incluso, en algunas páginas puse: "Acabo de llorar". A veces creo que debería editarme, porque hablo y luego pienso: "¿Para qué dije eso?" Incluso hubo ocasiones en las que mi editora me preguntó: "'¿Tú sí quieres poner eso?"

Lo que está en ese libro tenía que contarlo así como lo hago. Con apertura, porque va a tocar corazones que han pasado por esas situaciones o va a llegar a personas que aún no han llegado a esas situaciones de vida. Me escriben mucho: "Parece que lo hubiera escrito yo" y yo tengo claro que que somos un espejo. Todos pasamos más o menos por lo mismo, lo que cambia es cómo resolvamos o decidamos vivir la situación.

En el libro están mis mis momentos más tristes, pero también los de más conciencia. Está la verdad de un ser que la que la ha cagado una y mil veces, que ha cometido errores como todos y que ha aprendido. 

Microdosis de amor propio

Microdosis de amor propio Foto:Penguin Random House

¿Cómo ha sido contrastar el pensamiento positivo con la realidad de un país como Colombia?

Yo no escribí desde la idea soñadora que está muy de moda y que dice que todo el que quiere puede hacerlo, que si lo sueñas lo creas. No. Yo lo hablo desde mi experiencia. 

Nací en la pobreza, en un barrio pobre del centro de la ciudad de Cartagena. Me la pasé de lugar en lugar, porque no teníamos para pagar arriendo, nos botaban de un sitio y del otro, porque mamá no alcanzaba a pagarlo. Cuento la historia de cuando me tocó dormir en una casa sin techo cuando era niña, lo veía como algo mágico porque me la pasaba contando estrellas. 

Cuando yo digo que sí se puede transformar nuestros pensamientos, que sí vale soñar y que sí vale trabajar por los sueños, lo digo porque yo lo he hecho. No porque haya una fórmula mágica. Salí de ahí. He creado este universo para mí y ahora lo estoy compartiendo. 

¿Cómo percibe a Colombia en temas de bienestar?, ¿qué le está pasando a la gente que busca respuestas en libros, pódcast y más?

Colombia está despertando en temas de conciencia y bienestar desde la pandemia. Ahí fue cuando todo el mundo dijo: "me puedo morir ¿qué tengo que hacer para evitarlo?" Todos empezaron a hacer ejercicio, a cambiar su alimentación. Creo que el miedo a la muerte ayudó a que la gente despertar. 

Además, todos queremos estar mejor, en paz, en tranquilidad, sentirnos físicamente bien, poderosos, vitales, guapos, jóvenes. De esto también tengo un pódcast que ha estado entre los 10 más escuchados en Colombia, México y España. Para mí esto ha sido una bendición, porque primero estuvo está el podcast y después fue que salió el libro. 

Es un lujo trabajar en nuestra salud mental. No debería ser así. No sé cómo hace esa gente que se despierta y siente que se quiere morir y no tiene para pagarse una terapia con un psicólogo. Incluso los que sí tenemos para pagar una terapia, como yo en ese momento, nos hemos ido al hoyo.

Todo el libro va dirigido a las mujeres, ¿qué significa esto para usted ?

Me di cuenta que mi mensaje se dirigía a mujeres y a la niña interior que llevamos dentro. Las mujeres tenemos mucho poder. Damos vida. Además, entendemos que tenemos que sanarnos a nosotras mismas, ser nuestra propia madre antes que ser la salvadora de alguien más. Soy mi propia madre, me cuido, me protejo, me abrazo en los momentos que lo necesito, exploro qué me pasa, qué me hace bien.

Si arrancamos por las mujeres, creo que la sociedad se va a hacer mucho más bonita. A los hombres les cuesta un poco más trabajar esas cosas, aunque hay muchos que están despertando.

Katherine Porto

Katherine Porto Foto:JORGESCOBARPH

Cuando, tanto hombre como mujer son conscientes, se crea una relación basada en la verdad, en aceptar que el otro tiene tantos defectos como tú, en aceptar que no pensamos igual, que tenemos que llegar a acuerdos, que tenemos que negociar, que tenemos que hablar y que eres mi compañero, que eres mi equipo. 

¿Cómo ha sido balancear la vida cotidiana con su proceso de transformación?

La espiritualidad no es irte al Tíbet, a la India y olvidarte que el mundo existe y meditar todo el día. La espiritualidad se trabaja aquí, en la tierra, en tu día a día, en tu trabajo con tus compañeros de trabajo. Ahí es donde realmente vas a poner en práctica o que sabes. Porque es muy fácil estar en un ashram (lugar para hacer retiros espirituales), donde nadie te va a perturbar.

Con la paz en tu corazón, hay que saber que llegarán los problemas y que se tienen herramientas para solucionarlos. Toca demostrar en la tierra qué tipo de persona eres. Eso lo aprendí cuando me fui a vivir a Los Ángeles (Estados Unidos). Me fui porque quería ser como Sofía Vergara. Viví allá, busqué el sueño de la alfombra roja, el Óscar y allá encontré la meditación. En medio del caos que es esa ciudad, porque allá todo el mundo vive pensando cómo ser famoso. 

Empecé a estudié en las mejores escuelas de Los Ángeles y ahí me di cuenta que sentía un vacío y que algo no estaba bien. Fui voluntaria en un centro de meditación. Atendí a la gente, me pagaban con clases y empecé a aprender. Así, pasé a escribir mi blog que se llamaba Spiritual Lifestyle. En algún momento, mi mánager me contó que salió un súper casting para una serie y ahí aproveché para decirle que lo mío era la espiritualidad. No hice el casting. 

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