'Es prematuro hablar de una candidatura de Colombia a los Brics': viceministro Mauricio Jaramillo Jassir

hace 1 semana 38

A un mes de posesionarse como viceministro de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mauricio Jaramillo Jassir aborda el panorama actual de Colombia en el ámbito multilateral.

De acuerdo con Jaramillo, el Gobierno está estudiando la entrada al nuevo Banco de Desarrollo de los Brics en cabeza de la expresidenta Dilma Rousseff. Sin embargo, eso no implica que Colombia se vaya a unir formalmente al bloque de países emergentes.

Por otro lado, el viceministro señala que la migración y el fortalecimiento de los lazos con China y Europa será una de las prioridades durante la presidencia pro tempore de Colombia en la Celac.

Brasil invitó a Colombia a la próxima cumbre de los Brics, ¿Colombia se va a unir a este bloque?

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Presidentes Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva en Leticia, Amazonas. Foto:Cancillería

Yo creo que es algo que depende exclusivamente del Presidente. Es una decisión del más alto nivel y no es, digámoslo así, una decisión técnica. Es una decisión absolutamente política y en el caso de las membresías, esa decisión corresponde al presidente y la ministra Sarabia. En el caso que pidan apoyo, pues uno dará su opinión. En este caso le doy la mía. Yo creo que hay que defender la multilateralidad. Yo estoy en un Viceministerio que tiene ese nombre, pero más allá de esa formalidad, yo creo en la multilateralidad. Creo en el mundo creado a partir de la posguerra, después de la Segunda Guerra Mundial, en el que esos espacios de concertación nos acercan a la idea de un mundo entre iguales y creo que los Brics son un poco eso, nos acercan a la multipolaridad, que es un objetivo que se ha planteado el presidente Petro.

¿Qué implicaría para Colombia entrar ahí?

Los Brics significarían para Colombia, por ejemplo, mecanismos de financiación alternativos. Más que entrar a los Brics, lo que podría hacer Colombia y es lo que creo que se está estudiando es entrar al nuevo Banco de Desarrollo de los Brics en cabeza de la expresidenta Dilma Rousseff. Es innegable que hay un acercamiento, sobre todo por la buena relación que tiene el presidente Lula y el presidente Petro. En este punto es muy prematuro hablar de una candidatura de Colombia a los Brics porque todavía no se ha hecho formal. Pero yo pensaría que es algo que el gobierno de Colombia está estudiando, pero el único que puede dar luz verde a una decisión de tanto peso es el presidente Petro.

Colombia apoyó la candidatura de Albert Ramdin para la secretaría general de la OEA. ¿Qué significa su elección y qué agenda se priorizará en el organismo?

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Mauricio Jaramillo Jassir, viceministro de Asuntos Multilaterales. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo

Hay tres razones que explican el apoyo expreso que le dio Colombia a Albert Ramdin. Lo primero es que América Latina tiene una deuda con el Caribe. No hemos tenido un secretario general que venga de esa parte del mundo. Hoy Surinam es un país de América del Sur, pero culturalmente mucho más, pienso yo, involucrado en las dinámicas del Caribe. En segundo lugar, es una persona con una amplia trayectoria dentro de la OEA, más de 20 años allí adentro. Tiene todos los pergaminos. Y en tercer lugar el gobierno de Colombia consideró que es muy importante la revitalización de la OEA. La OEA viene de un momento muy complejo. Tuvo un papel que no fue el todo efectivo en Venezuela; podría haber sido mucho mejor. La crisis venezolana es muy compleja, pero me parece que el rol de la OEA no fue del todo acertado, ni hablar del rol en Bolivia en 2019. Ahí me parece que se cometieron dos errores crasos que alejaron un poco la organización de un camino en el que se había avanzado positivamente en los años anteriores.

¿Qué enfoque podemos esperar sobre Venezuela ahora?

Históricamente en América Latina lo que ha prevalecido es el respeto del derecho internacional y uno de sus principios es el de la no injerencia. En América Latina no tienen cabida las salidas a la fuerza, hemos pagado un precio muy alto cuando se han dado intervenciones militares cualquiera sea el motivo, incluso a veces bien intencionadas. Entonces, más allá de la opinión que uno tenga de lo que está pasando adentro de Venezuela -todos lamentamos el éxodo de personas, sea cual sea la causa- es indudable que no funcionó la estrategia de aislamiento. Ese es un hecho fácilmente comprobable. Las medidas unilaterales y coercitivas no tienen ningún efecto. Lo hemos visto en Venezuela, lo hemos visto en Cuba, en Nicaragua, en Corea, en su momento en Birmania. Lo vemos ahora en Rusia. Las sanciones no tienen ningún efecto positivo, lo único que hacen es radicalizar las posturas. Entonces, bienvenido el cambio, creo que llegó la hora de buscar salidas negociadas. Eso es un poco lo que están pidiendo hoy las crisis políticas, sea Venezuela o sea cualquier país del hemisferio occidental.

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El surinamés Alberto Ramdín fue elegido como nuevo Secretario General de la OEA Foto:AFP

El presidente Petro ha insistido en el regreso de Venezuela regrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y también a la OEA. ¿Colombia va a seguir trabajando para que abrirle espacio al vecino país en estos espacios?

Esa respuesta tiene dos aristas. La primera es que eso es algo que solamente les compete a las autoridades venezolanas, pues es un tema absolutamente soberano que solamente puede responder el gobierno de Venezuela si hay voluntad política para volver a la OEA, al Sistema Interamericano, o al Consejo Permanente. En cuanto a la postura de Colombia, esa ha sido muy consistente. Ha sido muy costoso tener a Venezuela aislada, es decir, ¿cómo hablamos de migración? ¿cómo hablamos de comercio? ¿cómo hablamos de levantamiento de sanciones? ¿cómo hablamos de gobernanza ambiental en la región? El espíritu que ha perseguido Colombia es tener espacios regionales de diálogo con Venezuela. Venezuela está en el pacto amazónico. Venezuela está en Unasur, Venezuela está en el consenso de Brasilia,en la Celac. Esos espacios nos permiten tocar diferentes temas que ningún Estado puede solucionar por aparte. La OEA es un escenario espinoso; para nadie es un secreto que la relación entre Maduro y el secretario saliente Almagro fue una relación difícil, tensa. Yo personalmente pienso que con la llegada de Ramdin se abre una puerta para que eventualmente haya una negociación y Venezuela vuelva, pero insisto, es un tema que solamente compete a las autoridades venezolanas.

Yo personalmente pienso que con la llegada de Ramdin se abre una puerta para que eventualmente haya una negociación y Venezuela vuelva a la OEA

Mauricio jaramilloViceministro de Asuntos Multilaterales

¿Se prevén choques entre Trump y la OEA?

Yo en ese caso sería optimista. Estados Unidos ha sido un país generalmente comprometido con la OEA. La sede está precisamente en Washington y Estados Unidos históricamente ha sido un Estado que ha estado ahí en las cumbres de las Américas. Tuvimos en su momento a Santos hablándole a Obama de frente acerca de la necesidad de un enfoque alternativo para el tema de drogas. Tuvimos el famoso encuentro entre un presidente cubano y un presidente estadounidense luego de medio siglo de distanciamiento. Ahora, hay que dejar esa idea que la diplomacia es darnos palmaditas en la espalda, que la diplomacia es estar de acuerdo en todo. La diplomacia también es abordar temas en los que hay disensos, en los que no tenemos acuerdos, en los que seguramente no nos vamos a poner de acuerdo. La diplomacia también significa cómo confrontamos ciertos temas multinacionales. Que Estados Unidos tenga un color político distinto al de algunos países de América Latina no tendría por qué significar crisis diplomáticas o tensiones constantes, sino una diplomacia del disenso en la que por lo menos nos pongamos de acuerdo en aquellos temas transnacionales que requieran concertación regional.

¿En qué va la integración regional que quiere el presidente Petro?

El presidente Gustavo Petro junto con sus homólogos Yamandú Orsi, Luiz Inacio Lula da Silva y Gabriel Boric.

El presidente Petro junto con sus homólogos Yamandú Orsi, Luiz Inacio Lula da Silva y Gabriel Boric. Foto:@PetroGustavo

El progresismo ha sido muy insistente en esto históricamente porque es un poco la promesa del 91. Una cosa es lo que se nos prometió en el 91 y otra cosa es lo que ha venido pasando en términos de descentralización, en términos de Estado Social de Derecho y obviamente en términos de política exterior. La Constitución es muy clara al determinar que Colombia es un país que tiene que privilegiar su vocación latinoamericanista. Entonces, lo primero es que cuando el presidente habla de la unidad latinoamericana, está hablando del mandato constitucional en materia política exterior. En segundo lugar, tiene que ver con un momento en el que los latinoamericanos tienen que estar unidos, es decir, hay temas que Colombia no va a poder solucionar de manera aislada, ni Ecuador, ni Nicaragua, ni Guatemala, ni Brasil, ni Argentina, por ejemplo. Sí o sí, para el tema migratorio tenemos que estar unidos. Sí o sí tenemos que ponernos de acuerdo en materia de narcotráfico y lo que está proponiendo Colombia materia de hoja de coca, que lo acaba de plantear la canciller en Viena. Sí o sí tenemos que pensar en las alternativas comerciales respecto a esto que está pasando con los aranceles en algunos los países del norte global. Necesitamos pensar cómo tener un espacio de diálogo para tramitar las diferencias ideológicas porque eso va a pasar siempre, ya lo sabemos, es decir, no vamos a tener nunca ciclos absolutos de todos los países a la derecha, todos los países en el centro, o todos los países a la izquierda. Entonces, son muchos los temas que nos convocan y el presidente Petro, que es un presidente muy activo internacionalmente, tiene una capacidad de convocatoria que me parece a mí representativa.

Hace poco se reunieron Petro, Lula, Boric y Orsi en Montevideo y hablaron sobre la importancia de reactivar Unasur. ¿Por qué?

Yo creo que los gobiernos latinoamericanos cometieron un error craso, seguramente no con mala intención, que nos costó mucho y fue detener el proceso de concertación regional. Primero en Unasur, algunos gobiernos lo que hicieron fue decir que estaba ideologizada y con ese argumento, a mi juicio, sin mucho fundamento, se terminaron retirando, la desmontaron, la dejaron muy debilitada. Algunos apostaron por congelar la Celac. Los sudamericanos hemos pagado muy caro el costo de no tener Unasur, por ejemplo, yo me imagino lo que hubiera sido Unasur en la pandemia. Unasur tenía un consejo sudamericano de salud, tenía un instituto en gobierno en temas de salud. Volver a Unasur significa retomar ese discurso de que la unidad es un tema que no responde a los intereses pasajeros de un gobierno, sino que es un tema estructural de la región.

El próximo 9 de abril Colombia recibirá la presidencia de la Celac. ¿Qué piensa hacer Colombia con el liderazgo de este organismo?

La Celac ha sido muy importante en la proyección extraregional de América Latina y del Caribe. Ha sido la encargada de mantener una interlocución con la Unión Europea. Vamos a tener este año la cumbre Unión Europea-Celac, que es muy importante para hablar de temas a los dos lados del Atlántico. Tenemos pensado revitalizar la relación con China en un foro Celac-China, porque es importante para América Latina insistir en un mundo multipolar. También hay interés dentro de la Celac por acercarse a otros países como Turquía, como los países del Consejo de Cooperación del Golfo. Hay una agenda internacional que es compatible con esta idea de una Colombia que cree en un mundo más diverso. Y luego hay una agenda dentro de la Celac, en la que Colombia ha querido privilegiar temas como la migración que es muy importante por lo que mencionaba antes y por lo que está viviendo Colombia llegando a tener 8 millones de desplazados internos. Tenemos que estar unidos, es importante la interconexión eléctrica. Interesa mucho el tema de la gestión de desastres incorporado la adaptación al cambio climático y al calentamiento global.

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Mauricio Jaramillo explicó por qué Colombia apoyó la candidatura de Albert Ramdin. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo

Menciona a China. ¿Se unirá Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta?

Desde el Gobierno de Turbay Ayala tenemos una relación formal con China, reconociendo el principio de una sola China. No es algo de ahora. Todos los gobiernos han hecho visitas de Estado. La relación con China va mucho más allá de la coyuntura. Obviamente este gobierno de manera puntual tiene una serie de intereses, estamos en un momento de revisión de nuestras relaciones con el mundo por lo que está pasando en un mundo agitado y es indudable que, en ese mundo de agitaciones, China es un actor preponderante. Es la segunda economía del mundo. En cuanto a la pregunta de la Ruta de las Seda, es una pregunta que solamente podría responder en este momento el presidente Petro, quien es, como dice la Constitución, el que conduce y ejecuta la política exterior. Lo que yo sí puedo decir como viceministro de Asuntos Multilaterales, y este es un tema que compete más al otro viceministerio, el de las relaciones bilaterales, es que en Colombia hay que deshacer el mito de que acercarnos a otros estados significa maltratar la relación con Estados Unidos. Nosotros tenemos una muy buena relación con Estados Unidos. Ahí hay una amistad que yo creo que es inquebrantable. Nuestros acercamientos con estados como China no tienen por qué significar maltrato a la relación con Estados Unidos, que siempre va a ser prioritaria en nuestra agenda. Yo pensaría que eso es algo que se está estudiando en este momento dentro de esos códigos.

Entonces todavía no se ha dado el sí.

Esa papa caliente se la dejo a mi colega Daniel (Ávila). Yo me reuní con el embajador chino porque con China tenemos todo el tema de la Celac. Uno de los valores agregados de la Celac es la proyección extraregional. Hoy toda América Latina y el Caribe está muy interesada en estrechar esos lazos con China.

¿Qué acciones diplomáticas seguirá desplegando Colombia en cuanto a Israel?

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El próximo 9 de abril Colombia asumirá la presidencia pro tempore de la Celac. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo

Ahí hay dos grandes dimensiones. Lo primero es reiterar que hay una gran preocupación por la degradación de lo que está pasando en la Franja de Gaza, en Cisjordania y en Jerusalén Oriental. Eso implica una serie de acciones de defensa del derecho internacional y de lo que ha sido, insisto, la vocación histórica colombiana de defensa de los derechos humanos no es un capricho del gobierno ni un interés pasajero. Colombia ha votado de manera sostenida en la Asamblea General de Naciones Unidas y en los diferentes órganos una serie de resoluciones que apuntan a que cese la ocupación y la agresión y que se detenga el genocidio. Eso ha sido clarísimo, lo hemos hecho en la Asamblea, lo hemos hecho recientemente en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra. Hemos apoyado también las acciones dentro de la Corte Internacional de Justicia, nos hemos sumado a la demanda de Sudáfrica. Colombia está muy inquieta y preocupada por el secuestro del ciudadano colombo israelí, Elkana Bohbot, es muy importante que esa liberación se dé. Nuestra vocación no se reduce a ser pro-Palestina. No se trata de estar del lado de Palestina, sino del lado de la humanidad. Cuando está ocurriendo un genocidio ya no hay bandos. Uno tiene que estar del lado de los derechos humanos y en este caso el derecho internacional humanitario.

Israel ha desatendido muchas decisiones, ¿cómo puede ser efectivo el multilateralismo?

A veces juzgamos el multilateralismo por lo que no es. La gente cree que Naciones Unidas es un gobierno mundial y no lo es. Naciones Unidas no puede obligar a un Estado, no tiene Fuerzas Militares para obligar a un Estado a seguir una decisión. Parte un poco de la base de que los estados en uso de su soberanía respeten estas decisiones, no puede ir más allá. Cuando hay una resolución de Naciones Unidas que un Estado no respeta, a quien hay que criticar es al Estado, se llame A, B o Z. El multilateralismo ha logrado mantener vivos temas humanitarios que muchas veces para los estados son temas no relevantes

Ataques israelíes en Gaza dejan más de 400 muertos

Ataques israelíes en Gaza dejan más de 400 muertos Foto:

¿Qué esperar?

Justicia transicional, que haya justicia. Si se cometieron crímenes de guerra, que creo yo se han cometido, tiene que haber una administración de justicia como la hubo, por ejemplo, en Ruanda, en los Balcanes occidentales y en Sierra Leona. Esa justicia transicional depende en extremo hoy del sistema multilateral y yo espero ver algún día a los responsables del genocidio siendo juzgados ante una corte internacional. En segundo lugar, para la reconstrucción de Gaza, el multilateralismo va a desempeñar un papel vital para que lleguen esos recursos y para revisar lo que sea ojalá un alto al fuego definitivo. En tercer lugar, una solución definitiva de dos estados. Los palestinos e los israelíes yo creo que saben que van a vivir juntos, las comunidades han tenido buena relación, el problema es la geopolítica. No habrá paz posible en Medio Oriente sin un multilateralismo reforzado y un multilateralismo que complemente los esfuerzos de los estados.

¿Cómo convencer a los demás países de sacar la hoja de coca de la lista de sustancias más dañiñas? ¿Le ve futuro?

Le veo futuro porque el mundo avanza hacia la racionalidad. El discurso de la estrategia contra el abuso de las drogas es un discurso que hasta el día de hoy se ha basado en falsos moralismos. Lo que ha convocado Colombia es una salida ni siquiera desde la ideología, sino desde la ciencia, desde la razón. Lo que ha dicho Colombia es convoquemos un panel de expertos que nos diga qué dice la evidencia empírica, qué dice la ciencia, qué dice la farmacología. Hoy tenemos una tristísima paradoja, cada vez más consumidores y cada vez menos acceso a medicamentos. Parte de la solución para los andinos, que hemos sido castigados y estigmatizados, pasa por disociar la coca de la cocaína, que no es lo mismo; la coca tiene usos comprobados, autóctonos, industriales, tiene y medicinales. No hay por qué castigar la materia prima. Cuando yo veo la perspectiva histórica y veo como el mundo ha cambiado, yo creo que es absolutamente posible, lo único que necesitamos es que los gobiernos colombianos sean mucho más consistentes en eso.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ

Redacción Política

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