Tras 25 meses de caídas consecutivas, las ventas del sector de la vivienda crecieron un 5,7 por ciento en agosto y para poder seguir con esta incipiente reactivación el presidente del gremio de los constructores Camacol, Guillermo Herrera, aseguró en diálogo con este medio que es clave poder entregar para el próximo año 50.000 subsidios para la compra de vivienda.
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Hace un par de semanas, la nueva ministra de Vivienda, Helga Rivas, dijo que a la fecha solo hay garantizados 20.500 subsidios y el excedente estará atado al presupuesto del próximo año. ¿Qué tanto les preocupa?
Tenemos que trabajar para garantizar los recursos del programa Mi Casa Ya para la adquisición de vivienda nueva. Estamos en conversaciones con el Ministerio de Vivienda, de Hacienda y Presidencia para evitar que en el presupuesto del próximo año no se haga ese recorte que se anunció y que supondría pasar de 50.000 subsidios por año a alrededor de 20.500, sobre todo, en un momento en el que el sector apenas empieza a asomar la cabeza pero todavía hay dificultades que nos hacen insistir en un plan de reactivación.
¿Cuál fue la buena noticia en las ventas de vivienda?
En agosto, después de 25 meses de caídas en las ventas brutas de vivienda se reportó un crecimiento anual de 5,7 por ciento. El sector necesita más que nunca certeza y tranquilidad para que el próximo año los hogares que ya compraron sus viviendas, que están terminando de construirse y que se deben escriturar no vayan a engrosar las filas de los desistimientos, que si bien llegaron a superar las 41.000 unidades al año ya tuvieron una reducción del 15 por ciento.
¿A qué se debe esa caída?
A la disminución que han tenido las tasas de interés de los bancos. Hoy la reactivación la está impulsando el sector privado y necesitamos que concurra el sector público para garantizar la disponibilidad de subsidios que están en el Plan Nacional de Desarrollo para mantener el nivel de ventas y actividad, sobre todo, de empleo durante el próximo año.
¿Entonces son optimistas de cara al cierre del año?
Si se mantienen las intenciones de inversión por parte del gobierno con la reducción de las tasas nosotros esperamos que este año podamos cerrar con un crecimiento en ventas acumulado que puede estar por encima del 1 por ciento y para el 2025 ya crecer a un ritmo de 12 por ciento. Sin embargo, todo dependerá de las decisiones que se tomen en el presupuesto donde es importantísimo mantener ese nivel de 50.000 subsidios. Esa distribución solo se puede hacer cada año con el decreto de liquidación del presupuesto.
Una de las grandes apuestas del gobierno es el mejoramiento de vivienda, ¿qué le parece?
La ministra ha propuesto terminar el gobierno con unos 124.000 mejoramientos de vivienda, lo que muestra que hay un ajuste en la meta frente a los 400.000 que se habían propuesto inicialmente.
Si bien el gremio apoya que estos hogares tengan condiciones especiales de crédito, creemos que la reactivación del sector también debe hacerse a través de la vivienda nueva que tiene mayor impacto en el consumo de insumos para la construcción de otros sectores.
Por ejemplo, en una vivienda de interés social la demanda de insumos puede llegar a unos 100 millones de pesos mientras que en los mejoramientos puede estar por el orden de los 8 millones de pesos.
Asobancaria propuso aumentar el Índice de tope de endeudamiento por familia de 30 a 40 por ciento para la compra de vivienda no VIS, ¿está de acuerdo?
Sí, esa es una propuesta que hace parte de las condiciones para poder impulsar el crédito y que se le ha planteado al gobierno nacional. Básicamente lo que determina es la capacidad o el monto de ingreso que cada mes una persona puede destinar al pago de la cuota del crédito hipotecario. Hoy para la vivienda no VIS está en 30 por ciento del ingreso, es decir, si ganas 100 pesos al mes no puedes destinar más de 30 a pagar. En cambio, en la vivienda de interés social está en el 40 por ciento. Lo que se busca es que tanto la VIS como la no VIS, donde están los hogares de mayores ingresos, puedan destinar el 40 por ciento para pagar la cuota, lo que permitiría una mayor capacidad de endeudamiento y reactivar también las ventas de ese segmento.