Una mujer de Nueva York narró a través de un ensayo periodístico cómo fue que sus padres ordenaron secuestrarla cuando era una adolescente de 16 años, una experiencia que marcó su vida.
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A través del medio Newsweek, Natasia Pelowski, quien actualmente es instructora de yoga, recordó que en noviembre de 2014, mientras vivía con sus padres en Silicon Valley, California, una mañana despertó para ser sometida por un hombre y una mujer que se la llevaron esposada mientras su mamá y su papá observaban los hechos.
De acuerdo con la propia narración de Pelowski, lo anterior sucedió luego de que el director de su escuela le recomendara a sus padres que fuera llevada a una terapia en la naturaleza para tratar sus problemas de depresión. sin embargo, lo que vivió en el campamento le generó estrés postraumático debido al fuerte impacto emocional y mental que le causó la experiencia.
Natasia recordó que pasó 53 días en contra de su voluntad sin luz eléctrica ni zapatos. Además, le impidieron tener comunicación con sus amigos y la obligaron a realizar trabajos de campo. En particular, resaltó una mañana en la que el personal la despertó antes del amanecer y con los ojos vendados le ordenaron seguir el sonido de los tambores, para luego obligarla a ver una tumba abierta para “representar el fin de mi antigua vida", narró para el medio citado.
Finalmente, dio a conocer que fue liberada a los 18 años, pero después de atravesar esa serie de hechos traumáticos, reconoce que una parte de ella todavía permanece en esa tumba. “Durante 10 años, luché por comprender cómo mi familia pudo haberme abandonado. Siempre me ha atormentado que los niños sigan siendo sometidos a programas de tratamiento brutales como el mío”, puntualizó.
El 'gooning', la práctica que lleva a jóvenes en contra de su voluntad a centros de rehabilitación en Estados Unidos
Newsweek explica que el 'gooning' es el traslado forzado de adolescentes con problemas a centros de rehabilitación y campamentos, con la autorización de sus padres. Natasia Pelowski, quien vivió la experiencia, los señala como una red corrupta de instituciones de salud mental juvenil.
Estas instalaciones han ganado fama por el abuso de menores y el medio citado informó que se estima que reciben más de US$23.000'000.000 anuales en fondos públicos y que en ese lapso retienen entre 120.000 y 200.000 menores, exponiéndolos a condiciones abusivas mientras pretenden ofrecerles tratamiento.