Una de las propiedades más costosas de California, la histórica mansión de 'Casa Encantada', está en la búsqueda de su nuevo propietario. Para ajustarse a la demanda del mercado inmobiliario actual, redujo su importe inicial de 195 millones de dólares a US$165 millones. De igual manera, el idílico recinto sigue siendo el más exclusivo de Los Ángeles por su arquitectura y su trasfondo.
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De acuerdo con Mansion Global, el medio que reportó por primera vez la noticia, el terreno de Bel Air fue adquirido por US$100.000 por Hilda Boldt Weber en medio de la Gran Depresión. La casa independiente se terminó de construir en 1938, a cargo del arquitecto James E. Dolena, quien le dio un estilo georgiano con influencia moderna. Diez años después, su dueña la puso en venta.
Desde entonces, la idílica mansión tuvo diversos propietarios: el empresario y hotelero Conrad Hilton, quien vivió en el lugar hasta su muerte en 1979; el multimillonario David Murdock, quien la adquirió en 1980 por US$12,4 millones, y el empresario Gary Winnick, cuando la compró en el año 2000 por US$94 millones, batiendo un récord histórico.
Desde la adquisición, Winnick no escatimó en los gastos de la restauración y le dio un nuevo sentido a la propiedad de 3.700 metros cuadrados. La Casa Encantada, rediseñada por Peter Marino, se extiende a lo largo de 10644 Bellagio Road, con vistas al Bel-Air Country Club, y tiene mucho que ofrecer a su próximo dueño.
La propiedad de California está a la venta por US$165 millones
La propiedad de 33 hectáreas se compone por 60 habitaciones, incluidos siete dormitorios y veinte baños, diversas salas de estar y comedores, un espacio de descanso al estilo Art Decó con una barra de bebidas de metacrilato, una biblioteca con paneles de nogal y un sótano que se usaba anteriormente como bóveda de vino y abrigos de piel.
Su exterior es igual de impresionante, con su propia cancha de tenis con un pabellón de observación, una pileta de mosaico de 18 metros, jardines de rosas, un huerto de verduras y hierbas y un jardín botánico tropical. Además, el área promete tranquilidad y privacidad al no tener vecinos en sus dos extremos.