En un trágico suceso ocurrido en Correia Pinto, en la Sierra de Santa Catarina,(Brasil), el padre de una bebé de 8 meses expresó su dolor tras perder a su hija por segunda vez en menos de 24 horas.
Conforme a los criterios de
Cristiano Santos, padre de la pequeña, relató los difíciles momentos que vivió cuando, durante el velorio, la familia creyó que la niña aún estaba viva. “Perdí dos veces. Mi sueño se vio afectado dos veces”, lamentó Santos, luego de que los médicos confirmaran nuevamente la muerte de la menor.
¿Qué pasó?
El hospital había declarado la muerte de la bebé en la madrugada del sábado 19 de octubre; sin embargo, durante el velorio, los familiares pensaron que la pequeña movió la mano, lo que generó la esperanza de que seguía con vida.
De inmediato, decidieron trasladarla de nuevo al hospital, donde el equipo médico volvió a confirmar su fallecimiento. Un examen realizado por pedido del Ministerio Público corroboró que la niña no presentaba signos vitales durante el acto de despedida, y que los movimientos observados correspondían a espasmos cadavéricos, como explicó el pediatra João Guilherme Bezerra Alves.
El desconcierto y la esperanza crecieron cuando, según testigos, personas que asistían a otro velorio cercano notaron que el cuerpo del bebé parecía mantener una temperatura elevada.
Santos relató que al tocar a la niña, notaron que su cuerpo estaba cálido, lo que reforzó sus expectativas. Sin embargo, reconoció que el estado emocional de la familia, alterado por la tragedia, pudo haber jugado un papel en esta percepción. "Queríamos que ella despertara, ¿sabes? Daba la impresión de que era nuestra psicología", agregó.
La niña sí estaba muerta
A pesar de las sospechas de los presentes, los profesionales confirmaron que la niña había fallecido. “Según nos dijeron, a un fallecido no se le puede sacar de una capilla si no hay signos [vitales]. Nos dieron más esperanzas, ¿sabes? Pero llegan y se declara nuevamente la muerte”, expresó Santos con pesar.
Los familiares llamaron a los Bomberos, quienes llevaron a la bebé al hospital tras notar lo que parecían ser latidos débiles. A pesar de que en el primer examen observaron algunos signos como la falta de rigidez en las piernas, también se detectaron pupilas no reactivas y edemas en el cuello, lo que indicaba la muerte.
El Ministerio Público de Santa Catarina (MPSC) informó que el informe del caso, finalizado el domingo 20 de octubre, concluyó que la hora de la muerte coincidía con la primera declaración de fallecimiento, registrada a las 3:17 de la madrugada del sábado. El informe, de carácter confidencial debido a la edad de la niña, descarta la posibilidad de que la menor estuviera viva durante el velorio.
“El documento es confidencial porque se trata de una niña, pero el médico forense señala varias posibles causas de la percepción de calor, del pulso y de la saturación del oxímetro durante el velorio”, precisó el MPSC, quien sigue investigando si hubo negligencia en el tratamiento previo de la menor.
¿Cuál fue la causa de muerte?
Según el MP, el padre denunció a las autoridades la niña se sintió mal la noche del jueves 17 de octubre y fue trasladada al hospital. El médico le habría diagnosticado un virus, le habría aplicado suero, le habría recetado medicamentos y la habría dado de alta. El sábado volvió a sentirse mal, fue trasladada al hospital y el mismo médico certificó su muerte.
El profesional le dijo a la familia que la causa de la muerte fue asfixia por vómito. Sin embargo, el certificado de defunción indica deshidratación e infección intestinal bacteriana. La niña fue atendida en la Fundación Hospital Faustino Riscarolli, dependiente de la alcaldía.
O Globo (Brasil) / GDA.
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.