En medio de incertidumbres jurídicas Wom, Tigo y Movistar agitan el sector de los celulares

El 2025 ha traído vientos de cambio en el sector de las telecomunicaciones en Colombia, y así como en el proverbio chino: "un mar en calma nunca hizo a un marinero experto", ahora las empresas: Claro, Movistar, Tigo y Wom enfrentarán una mar bravía con oportunidades, retos y cambios.

En los últimos años, la tecnología, las redes y las subastas les han dado a esos jugadores el aprendizaje necesario, para que en una semana se pueda reconfigurar todo el panorama y la competencia de sector que representa cerca del 4 por ciento del PIB nacional.

Primero, Movistar y Tigo dieron el salto de la integración de sus redes, una tendencia global y un cambio que construye las bases de su futura fusión empresarial, que por ahora está en pausa.

Luego las dudas fueron aclaradas y Wom recibió un salvavidas del Gobierno y de SUR Holdings para continuar navegando con sus 7 millones de usuarios y bajo condiciones especiales que se terminarán hasta el 2029.

Y en medio de este inicio de año, las ofertas, los planes, los colombianos y la brecha digital hacen parte de un negocio que quiere un nuevo aire.

En Colombia hay más de 89 millones de líneas celulares, de acuerdo con cifras del ministerio de las TIC al segundo semestre de 2024, de estas el 45,2 por ciento son de Claro. Movistar tiene el 23,6 por ciento del total y Tigo otro 17 por ciento, Así que cuando dos de las tres empresas más grandes del país, (Movistar y Tigo) analizan la posibilidad de sumar recursos y esfuerzos; el cambio que provocan es enorme y da cuenta de la dimensión que tiene el llamado cuarto mercado más grande de Latinoamérica.

En agosto del 2024, Movistar y Tigo, establecieron un acuerdo de entendimiento para crear un único operador consolidado y así enfrentar a Claro a un ‘buque’ tan grande como ellos mismos. Un movimiento que, de acuerdo con la subsidiaria de América Móvil, del multimillonario Carlos Slim, "desvirtuaría cualquier posición de un operador dominante” y demostraría que "en Colombia, este mercado ha estado fragmentado, lo que ha generado una crisis de sostenibilidad financiera, con flujos de caja y rentabilidades insuficientes".

De acuerdo con la explicación de Claro, "Colombia, que ya cuenta con algunas de las tarifas de internet fijo y móvil más bajas de la región, ha experimentado una reducción de precios de datos móviles cercana al 70 por ciento en los últimos 3 años, mientras que las demandas del mercado exigen inversiones cada vez mayores", algo que la empresa ha entendido y que de acuerdo con cifras del Observatorio de Inversión de Telecomunicaciones de la Comisión de Regulación de Comunicaciones, CRC, se ha evidenciado, pues es el responsable de 57,33 por ciento del total del país.

La compañía agregó que, en Estados Unidos, Brasil o China, donde operan solo dos o tres grandes actores, la estabilidad financiera de esas empresas, ha sido clave para garantizar que esas inversiones necesarias para ofrecer tecnología más avanzada y eficiente ocurran.

"La fusión entre Tigo y Movistar representa una oportunidad única para transformar el sector de telecomunicaciones en Colombia, proporcionando mayores beneficios a los consumidores y contribuyendo al desarrollo económico del país. Es crucial que las autoridades regulatorias evalúen esta operación con una visión de futuro, teniendo en cuenta los beneficios que aportará en términos de competencia, inversión y reducción de la brecha digital", apuntó la firma el año pasado.

Por ahora y luego de que, en diciembre, Movistar y Tigo anunciaran una nueva sociedad para el despliegue de redes unificadas, que les permitió a ambas empresas continuar operando de forma independiente, lanzaron en Ibagué (Tolima) y en Madrid (Cundinamarca) su red unificada de acceso móvil, un proyecto que amplía la cobertura y mejora la calidad de la señal en más de 900 municipios del país, impactando en total a 35 millones de usuarios móviles.

El cambio, que tendrá un despliegue progresivo durante todo el 2025 significará que las antenas de Movistar y Tigo, que sirven como autopistas de comunicaciones, se combinan para una sola y abren, según sus directivos, una nueva era en la conectividad del país, pues no solo incrementan la cobertura, sino que también mejoran la experiencia de conexión para sus usuarios móviles, permitiendo una navegación más rápida, mejor calidad de llamadas y un rendimiento superior de aplicaciones.

En el otro proceso, la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, evalúa, si al unirse estás dos compañías se supera el 20 por ciento de la cuota de mercado, pues se debe garantizar la libre competencia en el sector.

De acuerdo con Fabián Hernández, presidente CEO de Telefónica Colombia, los dos temas suceden de manera paralela. “Por un lado, la SIC hizo unos requerimientos de información, y nosotros estamos preparándola para entregarla; estos son datos del mercado o adicionales que se le van a compartir a la entidad; tenemos hasta dos meses para dar esa respuesta y cada compañía, (Movistar y Tigo) por su lado, está trabajando en lo requerido”, detalló.

Mientras que Carlos Blanco, presidente de Tigo, destacó que la compartición de la red unificada de acceso móvil es un aporte relevante para que el sector de las telecomunicaciones en Colombia siga siendo sostenible financieramente.

"La demanda de datos móviles sigue en aumento en Colombia y nosotros como operadores tenemos la tarea de prestar un servicio de calidad, pero sobre todo viable en el tiempo. Por eso, venimos trabajando en soluciones innovadoras, como esta, para aumentar la calidad y la cobertura de los servicios que prestamos manteniendo nuestros márgenes financieros de forma responsable", apuntó.

Así las cosas, durante el primer trimestre del año, se extenderá la red única en Medellín, Cali, Bogotá y el resto del país y “luego en la primera semana de marzo estaremos terminando todo; obviamente esto tiene muchos involucra a varios actores técnicos que a lo largo del año trabajaran en tener una red estable y que crecer”, apuntó Hernández.

En la búsqueda del equilibrio

De otro lado, el cuarto operador de Colombia, Wom, recibió la inyección de capital del grupo SUR Holdings, un grupo conformado por emprendedores e inversionistas de Estados Unidos y Reino Unido que busca garantizar el servicio de 7 millones de clientes y hacer valer la inversión de más de 1.000 millones de dólares que se han hecho en cuatro años.

Wom, que inició su camino en 2021, llegó al país luego de la subasta de bandas bajas que se hizo en diciembre de 2019, compró a Avantel un operador que funcionaba en el país desde 1997 y con una estrategia disruptiva y directa buscó lograr una reducción en los precios de los planes.

El ataque tuvo su efecto y se logró una reducción del IPC (Índice de precio al consumidor) de más del 12 por ciento y una disminución del 52 por ciento en los planes pospago y en el costo por gigabyte.

Pero los retos también se hicieron evidentes, el operador extendió su red de antenas en plena pandemia, los clientes llegaron y también Colombia se enfrentaba a la necesidad de tener redes de 5G funcionando, lo que significaba inyectar más recursos; la reactivación económica del país y el flujo de caja hicieron evidentes el desbalance, la empresa tuvo pérdidas que alcanzaron los 1,4 billones de pesos en 2022 y los 874.902 millones de pesos en 2023 y por tanto en mayo de 2024 se tuvo que acoger a un proceso de reorganización.

Ahora con el anuncio de SUR Holdings como nuevo dueño que inyectará recursos a la compañía, que asumirá las deudas existentes y financiará su operación hasta alcanzar el punto de equilibrio el operador recibe un salvavidas.

A esa decisión se sumó la determinación del Gobierno de dar un periodo de gracia de tres años en el cobro por uso del espectro para las bandas bajas, para que la empresa pueda sostenerse y los nuevos inversionistas puedan organizarse.

“El pago lo retomarán a partir de 2029 y frente al 5G, en dónde Wom también participó e invirtió, la empresa seguirá con sus compromisos y haciendo el despliegue de la red, se mantiene en Ley 1116, en proceso de reorganización hasta llegar al punto de equilibrio”, destacó el ministro de las TIC, Mauricio Lizcano.

El minTIC ha argumentado que las condiciones especiales para el salvamento de la firma se dan porque el Gobierno es el mayor acreedor de Wom, ya que el 45 por ciento de las deudas de la empresa las tiene con la nación.

Retos a la vista

El ministro Lizcano había dicho previamente que tener un duopolio en el país no es positivo.

Si Wom no se hubiera salvado y con fusión entre Movistar y Tigo, así habría quedado el país y el mercado.

“Un duopolio no le conviene al país, pero tres sí es importante; por eso Colombia tiene que proteger al tercer operador y tomar medidas asimétricas para que sea un mercado mínimo de tres”, señaló.

Ahora Wom deberá pagar según el ministro, unos 150 millones de dólares o más de 644.000 millones de pesos colombianos en 2029 teniendo en cuenta la inflación acumulada que se genere.

Para Giuseppe González Cárdenas, el jefe para América Latina de Access Partnership, una consultora global que se especializa en políticas públicas relacionadas con la tecnología, el mercado en Colombia es muy asimétrico porque hay grandes empresas, unas medianas y otras pequeñas que tienen poco tiempo y espacio para crecer y que además es un mercado con muchos movimientos y retos.

“Colombia tiene nuevos jugadores que llegan con cada subasta, tiene participaciones públicas en las empresas, compartición de redes y firmas de todo tipo, lo que resulta desafiante, porque se busca cerrar una brecha digital, que los usuarios tengan un buen servicio y que haya utilidades, acá no solo es invertir, este es un panorama retador y más cuando este año se deben ver los resultados de las subastas pasadas, de los compromisos y los cambios que se han dado y seguirán en cuanto a competencia”, expuso.

El país tiene según el experto, una oportunidad de crecer y de inversión, “pero si las condiciones no son claras o no son justas, pues se complica el panorama, además de tener un buen servicio y calidad. Wom se enfrenta ahora a un panorama distinto al que tuvo cuando llegó y se ha demorado en el despliegue de 5G, de hecho, Claro ha hecho el 90 por ciento del despliegue en un año y el resto solo tienen el 10 por ciento restante. Hay que entrar también en esa pelea. Se requieren acciones inmediatas pero los resultados solo los veremos en dos años, porque vemos un sector vivo y cambiante”, apuntó.

González agregó que los jugadores saben que negocio tienen, “acá nadie invierte para perder, pero hay más retos a nivel de regulación y política pública, porque este año nos vamos a enfrentar a cosas que no habíamos visto en el país, hay un cambio en la dinámica de los últimos 15 años y ahora tendremos a un jugador con más del 45 por ciento del mercado, otro pisándole los talones con 40 por ciento y otro buscando pelearles a los dos, acá los beneficiados deben ser los usuarios con más ofertas y calidad. Todos están preparados y saben de lo que se trata, así que veremos cambios y por tanto la regulación debe ser cuidadosa y responder a estas necesidades lo antes posible”.

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