Florida tiene ciudades con encanto: Miami con sus rascacielos frente al mar y Orlando con sus parques temáticos. Pero, entre tanto brillo, hay pueblitos costeros del estado del sol más tranquilos que guardan un encanto especial. Son esos lugares que no aparecen en todos los folletos, pero que cuando uno los visita… se siente afortunado de haberlos descubierto.
Uno de esos tesoros es Apalachicola, un pintoresco pueblito costero que acaba de ser elegido como uno de los más bonitos del sur de Estados Unidos por la revista Southern Living. Cuenta con calles que invitan a caminar sin prisa, barcos que descansan en la bahía y porches donde da gusto ver caer la tarde.
Un reconocimiento que dejó a muchos con la boca abierta, pero que no sorprende a quienes ya se enamoraron de su calma, su historia pesquera y su espíritu costero tan genuino.
Así es visitar este pueblo de la costa de Florida
Apalachicola está en el noroeste del estado del sol, donde el río del mismo nombre se encuentra con la bahía. Es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo, con una calma que conquista desde el primer paseo.
Las veredas están repletas de tiendas locales, cafés sencillos con buena comida y galerías con arte sureño. Muchas construcciones datan del siglo XIX y hay más de 900 edificios preservados que le dan un encanto único.
También es famoso por sus ostras y su fuerte tradición marinera. Pero además de buen sabor, tiene verde en abundancia: estuarios, senderos, aves y vistas al agua por donde mire.
¿Qué maravillas puede conocer en este pueblito de playa?
Una de las paradas imperdibles es la Raney House Museum, una elegante casa de 1838 que guarda objetos, muebles y detalles de la época en que este lugar fue un importante puerto de algodón.
También vale la pena escaparse a la península de St. Joseph, una franja de tierra salvaje con dunas altas y playas solitarias, donde la naturaleza se siente intacta.