En el corazón del Carnaval de Barranquilla, donde la alegría y el color inundan las calles, hay un grupo de trabajadores que, aunque a menudo invisibles, son esenciales para que la fiesta brille en todo su esplendor: los operarios de barrido de Triple A, conocidos cariñosamente como los "Escobitas".
Este 2025, su participación en el desfile de la Batalla de Flores tendrá un significado especial, ya que, por primera vez en mucho tiempo, estos trabajadores serán homenajeados con un atuendo único que resalta su fuerza, resistencia y la importancia crucial de su trabajo en la ciudad y los municipios donde opera la empresa.
El homenaje se materializa en el vestuario de "Gorilas", un disfraz tradicional que ha engalanado el Carnaval de Barranquilla por más de 35 años.
Este atuendo, reconocido por su simbolismo de poder y fortaleza, es la representación perfecta para describir el trabajo de estos trabajadores, quienes, a pesar de enfrentar las difíciles condiciones del trabajo, como las altas temperaturas, el ajetreo de la jornada y la exposición constante al polvo y basura, realizan su tarea con un compromiso y dedicación que muchas veces pasa desapercibido.
Escobitas de Triple A. Foto:Vanexa Romero /EL TIEMPO
Los "Gorilas" no solo evocan la dureza y el esfuerzo físico, sino que también reflejan la resistencia y la capacidad de sobreponerse a los retos cotidianos.
Por más de 15 años, los "Escobitas" han sido parte esencial del Carnaval de Barranquilla, participando activamente en el desfile que abre la Vía 40, un recorrido que marca el inicio de las festividades y que simboliza la alegría y el dinamismo de la ciudad.
Este año, más de 100 operarios de barrido se sumarán al desfile, pero lo harán con un propósito más allá de limpiar las calles: buscan dar visibilidad a una labor que, aunque fundamental, se realiza tras bambalinas.
Por más de 15 años los “Escobitas” han sido parte esencial del Carnaval de Barranquilla. Foto:Cortesía Triple A
Este 2025, con el homenaje a los "Gorilas", Barranquilla recuerda que el trabajo digno y el respeto por todas las profesiones, independientemente de su visibilidad, son vitales para la construcción de una sociedad más justa y equitativa. La labor de los “Escobitas” no es solo un servicio; es un compromiso con la ciudad, con su gente y con el legado cultural que cada año cobra vida en las calles de la capital del Atlántico.
Así, el Carnaval no solo será una fiesta de danzas, comparsas y música, sino también un momento para rendir homenaje a esos hombres y mujeres que, con el mismo esfuerzo que se dedica a organizar la fiesta, también trabajan arduamente para mantener el orden, la limpieza y la magia de la celebración.