Una fuerte polémica sacude a una comunidad costera de Florida, donde un proyecto de renovación urbana generó el rechazo de muchos vecinos. Lo que parecía una mejora en la zona histórica de Fort Lauderdale, terminó despertando preocupación por posibles cambios que afectarían espacios con mucho emblema.
El conflicto estalló cuando se conoció que, como parte de una millonaria remodelación del área de Bahía Mar, las históricas canchas públicas de básquet frente al mar serían removidas para dar lugar a modernas instalaciones de pickleball.
La propuesta forma parte de un plan de remodelación de US$2.000 millones que incluirá un hotel de lujo, residencias exclusivas, comercios y un paseo costero. La noticia cayó como un balde de agua fría a ciertos vecinos y jugadores locales.
¿Qué planean hacer con las canchas de esta comunidad costera?
Los desarrolladores del proyecto de Bahía Mar, encabezado por Rahn Bahia Mar LLC —una filial de Tate Capital, con sede en Miami— tienen previsto crear un fondo de mejoras públicas de US$1'000.000, que incluye la construcción de canchas de pickleball en la zona.
Sin embargo, esto implicaría la eliminación de las históricas canchas públicas, lo que desató una fuerte oposición entre los vecinos de Fort Lauderdale. La posibilidad de reemplazarlas alertó por el impacto cultural que tendría esa decisión.
James Tate, presidente de Tate Capital, dijo que la obra fue aprobada hace más de 15 meses y que las canchas de pickleball ya estaban previstas. Pero los vecinos insisten en que nunca se mencionó quitar las de básquet.
¿Por qué para los vecinos son tan importantes estas canchas?
Leo Lorenz, cofundador del grupo Fort Lauderdale Beach Ballers, lo resumió así: “Mucha gente viene desde el lado oeste, en bus o en bicicleta, y todos se reúnen los fines de semana”.
Lorenz, que lleva décadas en la zona, aseguró que quienes usan las canchas entienden su valor mucho mejor que los funcionarios.