Ante el aumento de incendios forestales, la ciudad de Berkeley, California, avanza con una de las propuestas más estrictas del estado para reforzar la seguridad en zonas residenciales. El plan, que aún debe aprobarse en una segunda votación, apunta a reducir los riesgos desde el entorno inmediato de cada vivienda.
La ordenanza obligaría a los propietarios a retirar cualquier elemento inflamable ubicado a menos de un metro y medio de sus casas. Esto incluye cercas de madera, macetas de plástico, arbustos y árboles.
La medida comenzaría a aplicarse en unas 900 viviendas ubicadas en la llamada “Zona 0”, cerca del Parque Regional Tilden y Panoramic Hill, y entraría en vigencia en enero de 2026.
Quienes no cumplan, podrían enfrentar multas de hasta US$500 por día, cargos por infracción menor y tarifas por reinspección. La iniciativa forma parte del programa Mitigaciones Efectivas para la Resiliencia Ember (EMBER, por su sigla en inglés).
¿Qué opinaron los residentes de California ante la estricta ley?
Durante la reunión del Concejo Municipal de Berkeley, varios vecinos expresaron posturas contrapuestas. Una de las mayores inquietudes fue el alto gasto que implicaría aplicar la norma.
El jefe de bomberos David Sprague señaló que el trabajo de limpieza costaría en promedio US$2.900 por propiedad. Aun así, la ciudad cuenta con US$1'000.000 en fondos de Cal Fire y recursos adicionales de la Medida FF.
Algunos habitantes respaldaron la ordenanza. Ruth Ehrenkrantz remarcó que retirar elementos inflamables cerca de las viviendas es fundamental para protegerse. “La ciencia es clara”, sostuvo.