De acuerdo con un análisis del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana que analizó dos fuentes de datos, el portal Data Empleo del Servicio Público de Empleo (SPE) del Ministerio de Trabajo, y la Agencia Pública de Empleo del SENA (APE), en los últimos 8 años el mercado laboral colombiano ha demando más técnicos y tecnólogos.
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Según los datos del Servicio Público de Empleo a nivel ocupacional, el 55 por ciento se las vacantes en 2023 se ofrecieron para trabajadores de servicios y comercio, personal de apoyo administrativo y profesionales, científicos e intelectuales y más de la mitad de esas ofertas, el 58 por ciento se concentraron en Bogotá y Antioquia.
De acuerdo con Gloria Bernal, directora del Laboratorio de Economía para la Educación de la universidad Javeriana, lo que muestra el estudio, es una tendencia en los últimos ocho años que es significativa en las vacantes que se están presentando para los universitarios sobre los tecnólogos en el país.
"Estos son datos son del Servicio Público de Empleo, que es una entidad que lo que hace es publicar tanto las vacantes de las empresas como las hojas de vida o de los postulantes, lo que sucede es que esta base no tiene toda la información de vacantes sino las que se publica, estamos hablando de unos datos que no contienen toda la información posible de vacantes. Dicho eso, sí, se ha notado una tendencia en la que la demanda por técnicos y tecnólogos está aumentando, esto en parte se debe a que por ejemplo, en tiempos de recesión las empresas tienen que ajustarse y en algunas ocasiones pues empiezan a demandar mano de obra que es relativamente menos costosa pues para poder atender a la crisis", explicó Bernal.
Según el sector, el 36 por ciento de las vacantes publicadas en el SPE, en 2023, se dirigieron al sector comercio, reparación de automotores, industria manufacturera y servicios administrativos.
Por el nivel educativo, en 2023, el 30 por ciento de las vacantes se orientaron a personas con título de bachillerato. De igual forma, las vacantes dirigidas al nivel universitario y técnico tuvieron un peso similar al 20 por ciento. Los investigadores resaltan que, al analizar el comportamiento en los últimos años, en 2018, las vacantes orientadas al nivel universitario llegaron a representar el 30 por ciento de las vacantes publicadas.
Sin embargo, a partir de ese año y hasta 2021 las vacantes para este nivel disminuyeron 10 puntos porcentuales (pp) y no volvió a mostrar un repunte importante.
Mientras que entre 2019 y 2021 las vacantes en el nivel técnico repuntaron y en 2021 representó un crecimiento de 4 pp versus 2018, casi igualando la demanda universitaria. Los analistas indican que el SPE no es el lugar por excelencia donde las organizaciones realizan sus requerimientos de personal con maestría y doctorado.
En cuanto al nivel de experiencia, el más solicitado en las vacantes fue entre 7 y 12 meses (casi la mitad de las vacantes). Le siguen vacantes sin requerimientos de experiencia (15 por ciento) y entre 1 y 2 años de experiencia (14 por ciento).
Con respecto a los programas educativos solicitados por las empresas del SPE, resalta que el 37 por ciento de las vacantes se dirigen a programas generales y el 10% no especifican educación.
“Esto denota que, para las vacantes registradas en el SPE, hay una demanda de puestos de trabajo con bajo nivel de especialización”, se lee en el informe.
Lo siguen las vacantes que se reportan al sistema y se enfocan en los programas de administración y derecho son los que mayor peso tienen entre las vacantes (24 por ciento), luego las ingenierías y programas relacionados con industria y construcción (10 por ciento).
En contraste, los programas a los que se dirigieron la menor cantidad de vacantes fueron ciencias naturales, matemáticas y estadística; y agricultura, silvicultura y pesca (ambas con 1por ciento).
"Por otra parte llama la atención sí que hay una reducción de vacantes universitarias, como te digo algunas de estas quizás se llenen más por el voz a voz, lo que sí es cierto es que hay una tendencia que va a la baja y eso puede estar relacionado también porque las personas universitarias ganan en promedio más salario que quienes tienen otros títulos. Ese efecto se ve en todos los sectores, aunque hay diferencias entre los sectores, por ejemplo hay unos que son muy dinámicos y que están creciendo todo lo que tiene que ver con tecnologías y por ejemplo, allí la demanda tanto de profesionales como técnicos y tecnólogos está aumentando drásticamente, también por ejemplo servicios, enfermerías, enfermería está aumentando y hay otros sectores donde esa demanda pues se ve estática", argumentó.
También el informe asegura que las carreras que más se publican son Administración, Derecho e Ingenierías, pero también hay una oferta grande especialmente en Derecho y Administración, entonces es complicado leer el mercado porque por un lado tienes muchos profesionales en estas áreas y por el otro pues también hay una demanda, así que es paradójico que tengas tasas de desempleo altas al tiempo que tienes una demanda por vacantes altas.
"Esto puede suceder primero por problemas de información, no es fácil para las empresas o para las personas encontrarse, las plataformas tipo Uber no existen de manera tan eficiente en el mercado laboral y además en el mercado laboral es mucho más difícil para las empresas, se demoran un tiempo en la contratación así como las personas se demoran un tiempo en ubicar empleo, entonces siempre hay unas tasas de desempleo, nunca la tasa de desempleo llega a cero en ningún país precisamente por esas rigidez", apuntó Bernal.
La directiva agregó que esto puede ser un problema de información, también puede ser un tema de pertinencia que quizás las habilidades que están buscando las empresas no las estén ubicando directamente en algunas personas pese a que hayan estudiado un programa A o B y "ahí es importante entonces desde la educación debemos preguntarnos como hacer para crear esos puentes que sean más directos con la pertinencia".
Sobre lo que debería hacer Colombia, la experta apunta que se deben crear sistemas de información mucho más ágiles o eficientes, "también yo creo que hace falta tener unos programas con propósito, es decir que le muestren a las personas que les den más información en general, no solamente cómo ubicar trabajo sino qué se hace en una actividad B o C, de modo que puedan escoger con información. Hoy tenemos unas tasas de personas que ni estudian ni trabajan, incluso han estudiado pero no han salido al mercado laboral, entonces sí es importante crear como esos puentes para que eventualmente podamos facilitar la salida al mercado laboral especialmente para los jóvenes y para las mujeres donde las tasas de desempleo son más altas".
Por otro lado, a partir de los datos de la segunda fuente consultada, el APE del Sena, los investigadores destacan que en 2023 los puestos de trabajo más demandados en el nivel calificado fueron: de mercaderistas e impulsadores, vendedores no técnicos, y auxiliares de información y servicio al cliente. En el nivel elemental, fueron los de ayudantes y obreros de construcción, ayudantes en fabricación y procesamiento, aseadores, y ayudantes en establecimientos de alimentos y bebidas.
En el nivel técnico y tecnológico las vacantes se orientaron a los asistentes administrativos, técnicos en electricidad, y analistas, asistentes y asesores de servicios financieros. En el nivel profesional hubo una orientación marcada hacia los profesores e instructores de formación para el trabajo, profesionales de administración de empresas e ingenieros industriales y civiles. Finalmente, en el nivel directivo, las vacantes estaban mayormente dirigidas a gerentes de servicios administrativos; de ventas, mercado y publicidad; y de producción de bienes y servicios públicos.
“A veces el talento humano que buscan las empresas está escondido entre las malas prácticas para buscar y permanecer en un empleo. Es importante fortalecer la orientación laboral, en especial para los jóvenes, ofreciendo asesoría en la búsqueda de empleo, redacción de currículums, preparación para entrevistas, sentido de propósito y buenas prácticas en ambientes laborales, entre otros”, destacó Bernal.
Para el LEE, el mercado laboral está cambiando, y la formación técnica está ganando terreno. Por ello, insisten en que se debe impulsar la colaboración entre el sector educativo, instituciones de educación superior, empresas y el sector productivo para promover la formación, el desarrollo de habilidades y el conocimiento pertinentes.
Asimismo, el laboratorio recomienda modernizar las leyes laborales para hacerlas más flexibles y adaptables a las nuevas formas de trabajo, como el teletrabajo y el trabajo freelance. También, implementar políticas que faciliten la reconversión laboral y la formación continua de trabajadores en sectores en declive, entre otras reflexiones y recomendaciones.