La coleadora y cantante llanera Angélica Zambrano falleció, ocho días después de sufrir un accidente, al salir despedida de frente por un caballo y caer sobre su cabeza, cuando estaba entrenado para participar del cumpleaños de su padre Ángel Zambrano.
El folclorista y empresario llanero Julio Eduardo Santos asegura que Angélica nació en las costas del río Ariporo, en Casanare, y que era una orgullosa mujer campesina de 23 años, que aprendió las costumbres del Llano desde muy niña, como lo son el coleo y el canto.
La joven grabó en YouTube el tema ‘La hija del coleador’, en honor a sus raíces y a su padre. También pertenecía al registro del club de coleo El Palmar de Paz de Ariporo y su pareja era el también coleador Carlos Mauricio Delgado.
Una parte de la canción que compuso dice: “Por aquí llegó esta negra parada a pie del ‘cuerdero’, la hija del coleador, hombre de estirpe llanero. Ángel Zambrano es mi padre, no sabe cuánto lo quiero. Orgullosa de su raza, que la aprecio y la venero. Pueblo de Paz de Ariporo, vereda de La Veremos, costal de la Candelaria, de donde son mis correderos. Yo no te puedo olvidar, aunque hacerlo yo no quiero. Te llevo en mi corazón”.
Aun cuando Angélica no había participado en el Mundial de Coleo, era muy buena coleadora y venía participando en competiciones domésticas y departamentales femeninas, recordó el folclorista Santos.
El accidente que le quitó la vida a Angélica Zambrano
Angélica se partió la columna vertebral a la altura de la nuca y fue traslada inmediatamente al Hospital Regional de Yopal, de donde, ante la gravedad de su estado de salud, fue trasladada en un avión ambulancia a un centro asistencial de Barranquilla, donde murió en la madrugada del 26 de febrero.
El también coleador y organizador de la Copa América de Coleo, Jimmy Ávila, contó que Angélica se accidentó cuando se estaba preparando para celebrarle en Paz de Ariporo el cumpleaños 72 a su padre Ángel Zambrano, el 23 de febrero.
“Infortunadamente, nosotros practicamos un deporte de alto riesgo para el equino, el bovino y el ser humano, y esta vez no le tocó al toro ni al caballo, sino al ser humano, cuando estamos por hacerle un homenaje a Ángel Zambrano y ella estaba dentro de los invitados porque ella cantaba y coleaba”, aseguró Ávila.
Su padre es uno de los más grandes coleadores del Llano. Ganó cuatro títulos del Encuentro Mundial de Coleo, en los años 1999, 2009, 2012 y 2013, el último cuando tenía 60 años, montando su caballo ‘Mustang’.
Esa fue la versión XVII del Encuentro Mundial de Coleo que se cumplió en Villavicencio y contó con la participación de 170 coleadores, 11 de ellos procedentes de Cuba, México, Panamá y Costa Rica.
VILLAVICENCIO