En un nuevo operativo para expulsar inmigrantes indocumentados, el gobierno de Donald Trump envió un vuelo con deportados desde Texas a un país africano, pero quedó atorado en otro territorio y generó controversia.
Según informó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al menos ocho extranjeros que subieron a una aeronave desde el estado de la estrella solitaria con destino a Sudán del Sur, quedarán varados en Djibouti, África Oriental, durante dos semanas para cumplir con una orden judicial.
La funcionaria responsabilizó al juez del Tribunal de Distrito de EE. UU. en Massachusetts, Brian Murphy, tras una audiencia que se llevó a cabo el miércoles 20 de mayo, después de que ocho personas de Myanmar, Laos, Vietnam, Cuba, México y Sudán del Sur fueran deportadas a un tercer país.
Sin embargo, desde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés), no confirmaron que el sitio final para estos individuos fuera la nación africana.
El gobierno de Trump envía vuelos con deportados a diario. Foto:Archivo
¿Por qué se detuvo el envío de los inmigrantes a Sudán del Sur?
En la audiencia, Murphy había declarado que la administración Trump estaba "violando una orden judicial anterior" que impedía que las personas fueran enviadas a países distintos del suyo "sin oportunidades de expresar sus temores de tortura o persecución, o sin la debida notificación previa".
Por tal motivo, dispuso que se proporcionara a los inmigrantes asesoramiento jurídico y la oportunidad de plantear sus temores. Además, exigió que se diera a los deportados un plazo mínimo de 15 días para reabrir los procedimientos de inmigración e impugnar su deportación en caso de que el gobierno estadounidense continuara con la idea de enviarlos a un tercer país.